Galicia registró más de 380 incendios forestales durante este mes de abril, de los cuales una treintena superaron las 20 hectáreas quemadas. Así lo ha expuesto este viernes la Conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, quien califica a abril como un "mes incendiario", "no solo en Galicia, sino en todo el Norte" de España.
Desde primeros de año la Comunidad gallega viene sufriendo una oleada de incendios, unas veces por causas naturales y otras intencionadas. La propia conselleira de Medio Rural cifra en el 85% los incendios provocados y que en esta primavera ya al arrasado más de 2.000 hectáreas de superficie. En esa intencionalidad, Ángela Vázquez aporta un dato curioso: los fuegos comienza entre las 21:00 y 07:00 horas, precisamente cuando los medios aéreos de extinción no pueden trabajar-.
La conselleira también se ha referido al accidente del jueves de un agente forestal producido con su vehículo cuando se dirigía a un incendio de O Incio para señalar que fue un "pequeño accidente", que "quedó en nada", y que achaca a que "van muy apresurados cuando se avisa de un incendio", por lo que pide "seguridad".
En declaraciones en Salceda de Caselas (Pontevedra), ha hecho un balance de "estabilidad" sobre los últimos fuegos en Galicia, con los incendios de Rianxo, O Incio y Cotobade controlados, pero llama a "aguardar" a cómo evolucionan las próximas horas, ya que "cuando hay viento" es "cuando más actúan" los incendiarios.
Con todo, reitera que está en marcha un dispositivo de 3.000 personas y 10 helicópteros, mientras pide "precaución" a la ciudadanía, en un periodo en el que están prohibidas las quemas por la sequía y los fuertes vientos. A esto se une que la Xunta prevé renovar 150 vehículos para persona antiincendios mediante el sistema de 'renting' con una inversión de 11 millones, según recuerda.
El 85% de los fuegos son intencionados
La lluvia y el gran despliegue de operativos contribuyeron a una mínima tregua. La calma solo fue posible este miércoles a los montes de la Comunidad gallegadespués de conseguir sofocar el último gran incendio, que calcinó 130 hectáreas en el municipio lucense de Sober.
En la misma jornada, el debate político en torno a la prevención de los fuegos forestales regresó al Parlamento autonómico en fechas poco habituales, pues aún no ha comenzado la campaña por el periodo de mayor riesgoy está pendiente la aprobación del plan anual de la Xunta. No obstante, la conselleira do Medio Rural, Ángeles Vázquez, fue interpelada a este respecto por la diputada del BNG Noa Presas, preocupada por el incremento de incendios en la provincia de Orense durante el invierno, meses en los que se registraron hasta 45 focos. Este hecho lleva a los nacionalistas a solicitar un plan específico para el territorio orensano. "En esta zona la problemática es mayor que en el resto de Galicia y es un espejo de lo que puede pasar en materia de despoblación y abandono de los montes", manifestó Presas.
En su respuesta, Vázquez lamentó la lacra que padece la Comunidad con esta cuestión, pues cada vez que se combinan altas temperaturas y ausencia de lluvias -como en este atípico mes de abril- se produce un incremento de la actividad incendiaria. Y es que los fuegos intencionados representan en Galicia ya un 85% del total, según apuntó la conselleira en base a estudios recientes, un porcentaje que no ha dejado de incrementarse en la última década. Desde 2006, según apuntó Vázquez, el 30% de los fuegos comienza entre las 21:00 y las 07:00 horas, precisamente el periodo en el que los medios aéreos de extinción no pueden trabajar.
Dispositivo primaveral
En este contexto, los conatos accidentales son una "anécdota", precisó la titular de Medio Rural, que defendió que la Comunidad está preparada para los incendios de esta primavera, en la que ya se han alcanzado las 2.000 hectáreas quemadas. El dispositivo en este momento está integrado por 3.000 efectivos y 10 helicópteros. Además, se ha renovado una docena de motobombas por valor de 2,5 millones de euros y equipos individuales por 1,7 millones.
Desalojos en Cerdedo-Cotobade
Por otra parte, los vecinos del núcleo de Ponte Borela, en el municipio de Cerdedo-Cotobade, mantienen el susto en el cuerpo tras su desalojo, de madrugada de este viernes, a causa de la cercanía de un incendio forestal. Las llamas tuvieron en vilo a los residentes en esta zona desde las 10 de la noche de este jueves y finalmente tuvo que ordenarse el abandono de los domicilios.
Los efectivos de extinción de incendios realizaron durante la noche tareas para evitar que las llamas se acercasen aún más a estas viviendas.
El núcleo de Ponte Borela se encuentran rodeado de masa forestal y situado dentro del antiguo término municipal de Cotobade y a apenas 15 kilómetros del centro de Pontevedra. Desde la Xunta dan por controlado el incendio que, según las primeras estimaciones ha calcinado al menos 30 hectáreas.