El próximo viernes finaliza el plazo para presentar las candidaturas a la presidencia de la patronal sin que hasta la fecha ningún empresario se haya postulado. Los líderes de las cuatro confederaciones provinciales manifestaron su intención de buscar a una persona de consenso que rompiera con la dinámica de división de los últimos dos mandatos y diera estabilidad para afrontar la difícil situación económica que atraviesa la institución. Pero a siete días de la fecha límite, no hay ningún nombre sobre la mesa. Los responsables provinciales se reunirán este martes en una última intentona para acordar un candidato de consenso que, a estas alturas, parece imposible, toda vez que en los encuentros previos no se llegó a barajar ningún nombre.
El único que está sobre la mesa es el de Antonio Fontenla, presidente de los empresarios coruñeses y ex presidente de la CEG.
La patronal lucense ha reiterado en diversas ocasiones que sería una figura idónea para reunir los suficientes apoyos y liderar la Confederación de Empresarios de Galicia en una etapa clave, pues se juega su viabilidad en una negociación con la banca para ampliar la hipoteca de su sede en Santiago".
"Tenemos confianza en haber sido capaces de convencer a Fontenla", afirmó el secretario de los empresarios lucenses, Jaime López, en declaraciones a Europa Press. A su entender, los "primeros espadas" y "personas con bagaje" como el empresario coruñés han de estar "ahí" y la renovación de la patronal "no significa nombres nuevos". "Personas que han demostrado valía pueden seguir aportando y generar un proyecto de futuro", zanjó.
Sin embargo, en las provinciales de Pontevedra y Ourense no comparten enteramente esta opinión, pues ya en diciembre surgieron voces que consideraban una vuelta al pasado el regreso de Fontenla.
El presidente de la Confederación de Empresarios de Coruña, que reúne este lunes a su directiva, se encuentra en una posición muy cómoda, pues señaló en varias ocasiones que no pretende postularse a la presidencia, pero podría abrir la puerta a presentarse si insisten en pedírselo. No es un candidato de consenso, pero tampoco existe otro.