Un año más se repite la misma escena en los ayuntamientos de las siete principales ciudades gallegas. La composición de estos gobiernos ha sido, una vez más, el problema para aprobar las cuentas del año nuevo. Tan solo Vigo, con mayoría absoluta socialista, no tuvo problemas para aprobar sus presupuestos. También el ejecutivo nacionalista de Pontevedra ha sacado adelante los suyos, pero gracias a un acuerdo "promovido" por el regidor compostelano, Martiño Noriega, que sí tiene serios problemas para aprobar los de la capital gallega. Este mismo miércoles, el pleno coruñés rechazaba las cuentas presentadas por la Marea Atlántcia. El regidor coruñés, como antes lo hizo Lores en Pontevedra, "amenaza" con someterse a una moción de confianza.
La falta de madurez política para llegar a consensos y la difícil relación entre los partidos provoca que las cuentas no lleguen a tiempo, pese a la experiencia acumulada en el pasado ejercicio. Los casos más curiosos son los de Ourense y Ferrol, que siguen con las cuentas de hace dos años y no se observan movimientos para que estos ayuntamientos puedan presentar sus "números", no ya aprobar sus presupuestos.
Tal está el panorama en la política municipal que solo Vigo y Pontevedra tienen aprobados sus presupuestos para el año 2017. En las otras cinco ciudades más importantes de Galicia ni siquiera ha comenzado el debate "oficial" para sacar adelante sus cuentas municipales.
Coruña: Ferreiro, "rechazado"
En Coruña, los presupuestos se presentaron al pleno celebrado este miércoles en María Pita. Y como era de esperar, Xulio Ferreiro ha sido el gran derrotado. Pero el alcalde coruñés de la marea ya se lo esperaba. Lo que no esperaba el regidor era la abstención del BGN. Los grupos municipales del PP y del PSOE rechazaron de plano los "números" de Ferreiro.
El alcalde coruñés, en un alarde de "arrogancia democrática" incluso "amenazó" al resto de los grupos de la corporación con someterse a una moción de confianza.
Un día antes del pleno (este martes), Ferreiro invitaba a la oposición a "dialogar" y hacer propuestas. Algo, esto último, que el resto de los grupos que forman la corporación coruñesa ya hicieron. Pero fue el propio alcalde el que no aceptó el "diálogo" ni "las propuestas".
Una vez más, la escasa sintonía entre Marea Atlántica, PP y PSOE se ha puesto en evidencia, y los presupuestos tendrán que ser prorrogados. Los de este año que termina se aprobaron el pasado mes de mayo.
El BNG se lo pone difícil a Noriega
Aún no es suficiente. El BNG se resiste a apoyar los presupuestos municipales de Santiago pese al cable que Marea Pontevedra le echó hace menos de una semana al gobierno del nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores con una abstención necesaria para sacar adelante las cuentas en la ciudad del Lérez. El Bloque parece dispuesto a exprimir al máximo su posición de socio preferente del gobierno de Martiño Noriega y, pese a que el Gobierno de Compostela Aberta incluyó este martes en el borrador de sus cuentas públicas hasta 22 propuestas de los nacionalistas, los nacionalistas lanzaban una advertencia al regidor: el texto "necesitará aún de muchos cambios si quiere contar con el voto favorable del BNG".
El equipo de Martiño Noriega presentó hace 24 horas las líneas maestras de los presupuestos, dando impulso a dos programas centrados en la cultura y el medio ambiente. El documento recoge 22 propuestas del BNG, a las que se suman 16 mociones aprobadas en pleno, siete del PSOE, seis del BNG y tres del PP. No hay tiempo para evitar la prórroga presupuestaria. Compostela Aberta logró aprobar las cuentas de 2016 en marzo, con la abstención de BNG y PSOE. Antes, Noriega coqueteó con la cuestión de confianza.
El "apoyo compostelano" en Pontevedra
Lo tuvo difícil el alcalde de Pontevedra. Miguel Anxo Fernández Lores apeló también a la figura de la cuestión de confianza para sacar adelante los números en dos plenos muy tensos, con ultimátum a la oposición incluido. El BNG aceptó cinco enmiendas de la marea y pudo aprobar las cuentas con la abstención de esta, un movimiento que puede repetirse a la inversa en Santiago y Coruña.
Antes de eso, Lores retiró el debate sobre los presupuestos de un pleno y retó a las fuerzas de la oposición a armar una moción de censura. "Pueden poner un alcalde alternativo y hacer un modelo totalmente distinto, pero mientras sea alcalde voy a responderá los que prometí en la campaña electoral", aseveró el regidor.
Ourense, sigue con las cuentas de 2014
La tercera ciudad de Galicia continúa con las cuentas prorrogadas de 2014 y sin Plan General de Ordenación Municipal. Ninguna de las dos hojas de ruta fundamentales para el desarrollo urbano logró consenso en una alcaldía muy debilitada, pues Jesús Vázquez, además de enfrentarse a toda la oposición, ni siquiera cuenta con un gran respaldo de José Manuel Baltar.
Los presupuestos para 2017 están pendientes de debatir. Este mismo mes, el bloque opositor al PP en el Concello, liderado por Democracia Ourensana, intentó armar sin éxito una moción de censura. Ourense en Común rechazó investir a Pérez Jácome, el portavoz de Democracia Ourensana, como alcalde alternativo a Vázquez.
Ferrol: "sin cuentas ni gobierno"
En una situación de parálisis similar se encuentra Ferrol, donde el bipartito que conformaban Ferrol en Común y PSdeG saltó por los aires. Jorge Suárez no fue capaz de consensuar las cuentas para el presente ejercicio.
El alcalde anunció la pasada semana que el borrador de las cuentas estaba prácticamente concluido y que pronto se presentaría a la oposición. Para 2017 quedará el debate sobre los números.
Lugo, sin iniciar el debate
El ejecutivo local lucense es un "prisionero" de los grupos que lo apoyaron. Por eso, en Lugo, Lara Méndez tiene sobre la mesa al menos 100 propuestas presentadas por el Partido Popular para incorporar a los presupuestos antes siquiera de que se inicie el debate. Está pendiente de aprobar la ordenanza municipal que determinará los ingresos vía impuestos que tendrá el Concello, lo que será un paso previo al debate sobre presupuestos.
Los socialistas lograron aprobar en mayo las cuentas para el actual ejercicio, apoyándose en las abstenciones de Lugo Novo y BNG, y sin contar con el respaldo de los populares.