El exsecretario general del PSOE en Galicia, Pachi Vázquez, ha pedido a sus compañeros de partido "dejar de contar milongas" y explicar que "hay que elegir entre tres cosas horrorosas": Ir a unas nuevas elecciones, intentar formar un gobierno con Podemos, ERC, CDC y Bildu; o abstenerse y dejar gobernar a Mariano Rajoy.
"No hagamos como Pedro Sánchez, digamos la verdad. No tenemos fórmulas mágicas, Ciudadanos dijo que no, Coalición Canaria dijo que no. Entonces, la gestora y el partido tienen que elegir entre estas tres fórmulas la que sea la menos traumática para España, la menos traumática para el partido y pensando que ninguna de las tres es una fórmula que guste a ningún socialista", ha subrayado.
En declaraciones a la Cadena Cope, Vázquez ha calificado de "trauma" el Comité Federal del PSOE celebrado este sábado, que concluyó con la dimisión de Pedro Sánchez y su ejecutiva y el nombramiento de una gestora para dirigir el partido. "Ha sido algo totalmente innecesario. Pedro Sánchez y César Luena sabían lo que iba a pasar y cómo estaban las fuerzas"
El exdirigente gallego ha criticado el uso por parte de la recién disuelta ejecutiva liderada por Sánchez de "todos los recovecos y recursos de los estatutos" para "tensionar" el partido a su favor y llevarlo a "una esquizofrenia política" con su "incapacidad para asumir responsabilidades".
"En el partido socialista hay una norma no escrita que es que cuando ganas las elecciones las ganas y cuando las pierdes las pierdes. Lo que nunca se dio es que alguien que ha perdido las elecciones quisiese gobernar. Si tú le preguntas a tus votantes después de haber perdido si quieren que gobiernes, te dirán que claro que quieren", ha apostillado.
Además, se ha mostrado confiado en que, pese al "naufragio del partido" en la reunión celebrada ayer en Ferraz, esta es "el último tramo del 'Via Crucis' político" en el que se han visto sumidos los socialistas y ha asegurado que el PSOE "existía mucho antes de que llegara Pedro Sánchez" y "existirá mucho después de que se haya ido".
Aún así, ha advertido que "la convalecencia será larga" y ha pedido que lo vivido esta semana sea una "catarsis" que lleve a la renovación del proyecto socialdemócrata y del "edificio socialista". "Me preocuparía que mi partido celebre un Congreso únicamente para repartirse unos espacios de poder entre determinadas federaciones o territorios. Espero que hayamos tocado fondo", ha manifestado.