La vecina de Cerceda detenida por la Guardia Civil como presunta autora de 15 incendios forestales ha sido enviada a prisión de manera provisional, comunicada y sin fianza. Agentes del Instituto Armado la sorprendieron este sábado en posesión de numerosos mecheros y velas, que estaba distribuyendo en distintos puntos de la cuneta de una carretera. Investigada por un presunto delito continuado de incendio forestal, la mujer, de 56 años, detenida este viernes, se ha negado a declarar ante el juez.
Un mechero con la inscripción “Amo Galicia”, uno del Real Madrid, otro de encender cocinas... hasta un total de nueve, cerillas, cinco velas aromáticas por usar y otras siete que habían ido colocando encendidas cerca de la cuneta. Todo ese material fue aprehendido ayer por la mañana por los agentes del Seprona y la Guardia Civil de Ordes durante la detención, en torno a las 7:30 horas, de María del Carmen García Grela, una mujer de 57 años del lugar de Pumar, en el municipio de Cerceda, que fue cogida in fraganti mientras distribuía las candelas por diferentes puntos de la cuneta.
Tras las sospechas de los últimos días, que obligaron incluso a tener una patrulla y una motobomba preparada en todo momento, los agentes montaron un operativo de vigilancia que descubrió como la detenida salía de su casa en un coche y realizaba siete paradas. Justo en cada una de ellas dejaba prendida una vela decorativa. Los agentes procedieron a la retirada de cada una de ellas, menos una que fue quitada por un vecino que también dio la voz de alarma.
Todos los objetos aprehendidos son indicios de la culpabilidad de una mujer a la que ahora le imputan quince delitos de incendio que quemaron 22 hectáreas de zonas boscosas ocurridos en el municipio de Cerceda desde el 18 de julio. La actuación de la mujer, que tiene antecedentes penales aunque no relacionados con temas de fuegos, tiene el agravante de que supuestamente colocaba los focos cerca de las casas. De ahí que, como explicaron ayer los agentes que participaron en la detención, podría exponerse a una pena de cárcel de entre 10 y 12 años al tratarse de un presunto delito de especial gravedad. Los agentes agradecieron la colaboración ciudadana, que fue fundamental para esclarecer los hechos.