El presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Antonio Dieter Moure, hará oficial este viernes la decisión de los bancos deconceder financiación a la patronal gallega. Tras semanas de arduas negociaciones, la patronal ha logrado por fin losfondos necesarios para evitar el concurso voluntario de acreedores. Y Dieter Moure, que ha amagado con dimitir hasta en dos ocasiones, seguirá en su cargo. Tal y como exigían los bancos, la junta directiva de la CEG aprobó la semana pasada una declaración unánime de las cuatros provincias en favor del plan de viabilidad.
Las entidades se negaban a abrir el grifo ante la fractura interna. Sin embargo, ese paso no fue suficiente. A lo largo de esta semana,la banca se ha mostrado reacia a conceder la financiación, lo que llevó a Antonio Dieter Moure a plantearse por segunda vez dejar el cargo en apenas dos semanas. En el desenlace de este culebrón ha sido determinante la mediación institucional de la Xunta.
El propio Feijoo, al término del Consello de la Xunta de este jueves, avanzó que tanto la CEG como las organizaciones sindicales recibirán las ayudas que contemplan los presupuestos cuando “acrediten el cumplimiento y desembolso” del gasto “en importes similares” a las mismas. Fuentes consultadas han revelado quelos bancos no concederán una rehipoteca por 1,2 millones de euros del edificio de la sede central de la CEG, ubicado en pleno casco histórico compostelano, sino por una cantidad inferior.
El acuerdo, en principio, pasa por conceder una financiación con cargo a lo que recibirá la CEG de la Xunta correspondiente a la normativa de participación institucional, y que asciende a unos 600.000 euros.
El grupo de bancos está formado por BBVA, Pastor, Abanca, Santander y Sabadell Gallego, y es la entidad liderada por Juan Carlos Escotet, Abanca, la que lleva la voz cantante, alcontar con el 40% de la hipoteca que pesa sobre el edificio de la sede central de la patronal gallega.
La CEG, que apenas tiene fondos para afrontar el pago de las nóminas de este mes, se ve abocada a un duro plan de ajuste para lograr la financiación de los bancos, y que incluye entre cinco y diez despidos en función de que se renueve el Plan Pexga, el programa financiado por la Xunta para la red de oficinas del exterior.