La dirección de Anova remitió la semana pasada al Ministerio del Interior la petición de registro como partido político En Marea, coalición que formaron para las pasadas elecciones generales junto a Podemos y EU, formaciones cuyos responsables aseguraron este lunes desconocer dicha decisión, que además rechazan. Mientras desde Anova se esgrime que el trámite tiene como único fin evitar que no se llegue a tiempo para participar como partido instrumental en las nuevas generales, si esa es la fórmula que se adopta, sus socios subrayan que no se ha consensuado aún el formato con el que se presentará esta vez En Marea.
El partido de Beiras advierte que ofrecer un grupo propio en el Congreso no será creíble en la nueva campaña electoral si no se introduce un cambio jurídico en la candidatura, tras ser rechazada la formación del grupo en la legislatura que concluyó ayer y en la que En Marea se presentó como coalición.
Sin embargo, desde EU se advierte que letrados del Congreso ya han señalado a los diputados de En Marea que convertirse en partido no les garantizará formar grupo propio, dado que las listas estarán formadas de nuevo por militantes de otros partidos y cargos incluso, como Yolanda Díaz, que contarán con compañeros en otros grupos, duplicidad que no permite el reglamento de la Cámara. En Anova se asegura no tener conocimiento del resultado de dicha consulta, pero sí de una disparidad de criterio entre dichos letrados.
En paralelo a las discrepancias en la coalición, Podemos vivió este sábado en la asamblea de presentación de su dirección los efectos de su batalla electoral interna. "Sé que no os agrada que esté aquí, igual que a mí tampoco me agrada estar aquí", dijo la candidata derrotada, la diputada Ángela Rodríguez, según diversos testigos presenciales y se recoge en las redes sociales, indicando que esa fue su respuesta a las críticas recibidas por la relación con la militancia durante sus seis meses en las Cortes.