Petróleos Mexicanos (Pemex) tiene un problema de liquidez y no de solvencia. Así lo cree su nuevo director, José Antonio González Anaya que, tras tomar las riendas de la compañía en medio de su peor crisis financiera y de producción, ha comenzado a aplicar la tijera con un plan que apunta directamente a su único interés en España, Hijos de J. Barreras, el astillero vigués del que la petrolera mexicana se ha convertido en el accionista mayoritario.
El nuevo responsable de la petrolera, según publica La Voz de Galicia, lo dejó caer en la rueda de prensa que convocó este lunes (madrugada del martes en España) para explicar el recorte de más de 5.000 millones de euros que va a aplicar a lo largo del 2016.
Una de las vías previstas para ganar liquidez es la venta de bienes o, según palabras de González Anaya, "la desincorporación de activos no productivos". La lista será larga. El director de la petrolera afirmó que "la empresa va a vender todo lo que no sea atractivo, incluyendo refinerías, acciones que tiene en la petrolera española Repsol o, posiblemente, en los astilleros de Galicia, España, entre otros". Así respondió a una pregunta concreta de los periodistas sobre la venta de Hijos de J. Barreras, el astillero del que Pemex es accionista mayoritario (controla el 51%).
Fuentes de la compañía precisaron ayer, no obstante, que "no hubo una respuesta concreta sobre los astilleros, porque se está valorando todo". Según explicó Pemex "Se está analizando la forma en que esos activos nos darán mayor valor, y la venta es una de las opciones".
En este escenario de recortes, no hay lugar para inversiones que no sean las vitales para la continuidad de la compañía. Tal vez por eso, preguntada Pemex sobre la posibilidad de licitar un tercer flotel para adjudicarlo a su astillero gallego, no dé respuesta.
Replanteando inversiones
La petrolera aclara que, en todo caso "se están replanteando inversiones que no comprometan la producción futura".
Pemex adquirió el 51% de Barreras por 5 millones de euros en noviembre del 2013, cuando el astillero acababa de superar el concurso de acreedores y su cartera de pedidos se encontraba vacía.
La compra llegó acompañada de la adjudicación de uno de los dos floteles que se están construyendo en Galicia para su filial PMI (la otra unidad fue adjudicada a Navantia Ferrol), y de varios contratos más que no han llegado a construirse.
Las dificultades económicas por las que pasa la petrolera desde el 2014 han llevado a la mesa del director general alguna propuesta de compra del astillero.
China Sonangol, la multinacional chino-angoleña que se hizo con el 60% de los astilleros del grupo Rodman (Metalships & Docks, en Vigo y Rodman Lusitania, en Portugal), lanzó en el 2015 una oferta para hacerse también con el astillero vigués Hijos de J. Barreras. La operación encalló en la negativa del accionista y presidente de la empresa gallega, José García Costas, de deshacerse de su parte. La detención por parte del Gobierno chino del magnate Sam Pa, mediador de la operación, echa por tierra toda posibilidad de retomar las conversaciones iniciadas en su día con Lozoya, ya exdirector de Pemex.