El joven de Baralla detenido desde el pasado sábado cuando la joven con la que mantenía relación, Beatriz López Blanco, llevaba casi veinticuatro horas desaparecida, quedó en libertad alrededor de las once de la noche de este lunes. El fiscal no pidió prisión porque algunos aspectos de la versión ofrecida por la muchacha le generan ciertas dudas. Tras su desaparición, la joven acabó siendo localizada en las primeras horas del domingo en un hostal lucense.
El detenido, M.R.V., fue trasladado esposado al juzgado a media tarde de este lunes. En la declaración mostró su asombro por la versión que había ofrecido la joven, de 26 años. Sus allegados dijeron que él había llegado a asegurar que se trataba de un auténtico "relato fantástico". Reiteró que no maltrató a Beatriz, que lo denunció.
El juez, a la vista del desarrollo de las declaraciones y teniendo en cuenta la opinión del fiscal del caso, optó por dejar en libertad al detenido. Le impuso una orden de alejamiento de la víctima. No podrá acercarse a ella a una distancia inferior a cien metros. Asimismo, tiene prohibida cualquier tipo de comunicación con su exnovia, y deberá comparecer en dependencias judiciales dos veces al mes.
El acusado prestó declaración durante casi una hora y abandonó las dependencias judiciales pasadas las once de la noche. Lo hizo en un coche de la policía para evitar la presencia de las cámaras. Según algunos de sus allegados, se encontraba muy cansado después de haber estado más de cuarenta y ocho horas en los calabozos de la comisaría.
Al joven, la situación le superó al verse detenido. De hecho, dijo en su declaración que él mismo había acudido a la comisaría con la finalidad de colaborar para localizar a Beatriz, y sobre todo para explicar que en un par ocasiones la joven supuestamente le habría comentado que no quería vivir. Finalmente, acabó detenido. Él negó en todo momento que fuese un maltratador. La abogada de M.R.V., Paloma Becerra, no quiso hacer declaraciones a la salida de la declaración en el juzgado. Solamente señaló que la versión ofrecida por la muchacha, tanto ante la policía como ante el juez, era totalmente insostenible.
La víctima también declaró este lunes por la tarde, y a la salida no quiso hacer ningún tipo de declaración, por consejo de su abogado. Horas antes sí que había manifestado que el acusado era "capaz de cualquier cosa" y pedía que el juez le impusiese una orden de alejamiento para poder estar tranquila. “Si anda por ahí puede hacerme cualquier cosa por la rabia y el odio”, aseguró Beatriz López.
Las declaraciones de ambos en el Juzgado de Instrucción número 3, que es el que se ocupa de cuestiones relacionadas con violencia contra la mujer, comenzaron alrededor de las seis de la tarde de este lunes. La primera en declarar fue la presunta víctima, que acudió a las dependencias judiciales acompañada de su padre.