El documental ‘Frankestein 04155’, que compite este martes en la sección DOC España del Festival Seminci de Valladolid, apunta a la consecución de diversas negligencias -y no solo el exceso de velocidad- como causas del accidente del Alvia 04155 a consecuencia del que fallecieron 82 personas en 2013.
Dirigido por Aitor Rei, esta película recoge diferentes testimonios, tanto de los supervivientes del accidente de tren ocurrido en la localidad de Angrois, cerca de Santiago de Compostela, como de expertos en infraestructuras ferroviarias.
Entre dichos testimonios destacan los del ingeniero técnico de Obras Públicas, Xosé Carlos Fernández, quien critica que el ministro de Fomento cuando se inauguró la línea de Alta Velocidad Ourense-Santiago-Coruña, José Blanco, anunciase dicha inauguración sin saber si se cumplían los requisitos necesarios.
"Presiones políticas"
Según el secretario general del sindicato ferroviario SF Intersindical, Rafael Escudero, "las presiones políticas impidieron que se cumplieran todos los requerimientos técnicos y se reinventaron una isla entre Ourense y Santiago, la 082, que es donde se produjo el terrible accidente".
Una opinión que comparte el que fuera directivo de Renfe entre 1987 y 1997, José Enrique Villarino, para el que "ni las infraestructuras, ni el radio de vía, ni las prestaciones cumplían con los requisitos, pero a Galicia llegaba la Alta Velocidad y todos lo publicitaron", añade en el documental.
La cinta explica que el ministro Blanco, a propuesta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), aprobó el 25 de julio de 2011 la modificación del proyecto de construcción de la vía, cambiando una planificación de 12 años de trabajo ocho meses antes de su inauguración, pasando el ancho de vía internacional al ibérico -el más grande-.
Pero donde incide el documental es en la falta de instalación, en los 8 kilómetros anteriores a la estación de Santiago, del sistema de control continuo de velocidad y frenado automático (ERTMS), lo que los expertos califican de "decisión errónea" porque, además "no se llevó a efecto ninguna evaluación de riesgos tras la modificación".
De hecho, tal y como se recoge en el documental, el jefe de maquinistas de la estación de Ourense envió un correo electrónico que llegó a cinco altos cargos de Renfe, donde les indicaba una serie de anomalías en la línea 082 y especialmente en el tramo Ourense-Santiago, como la "no advertencia del descenso de velocidad de 300 kilómetros por hora a 80".
Sistema de frenado
Por ello, recomendó introducir el sistema de frenado ERTMS, pero no se llevó a cabo y se sustituyó por el Asfa, insuficiente para evitar accidentes, obviando así su consejo.
Asimismo, se habla de la construcción del Alvia 730 como modificación del S130 cuando se trató de "un tren totalmente nuevo, con dos furgones generadores a mayores, que pesaban 9 toneladas más por eje de lo recomendado, y que cuando sucedió el accidente, desequilibraron la locomotora y el resto de vagones".
Según Villarino, "se homologó un tren prácticamente entero porque se fue haciendo por partes y ni se hizo prueba circulando, ni de choque o vuelco en su conjunto" y, el 9 de junio de 2012, la ministra de Fomento Ana Pastor, aprobó el Alvia S730 Madrid-Galicia con una valoración "aceptable pero con limitaciones, y bajo el amparo del ERTMS ETCS", que fue desconectado el 23 de junio.
El documental también recuerda que se rechazó hasta en cuatro ocasiones una comisión de investigación, mientras la ministra Pastor creó una comisión "formada por cargos de Adif y Renfe", con lo que su independencia "queda en entredicho" para los expertos, víctimas y familiares de las víctimas, que también ponen en tela de juicio el papel de la justicia, ya que recuerdan que el ministro es Rafael Catalá, anterior secretario de Infraestructuras.
Aunque el juez Luis Aláez, entonces a cargo del juzgado número tres de Santiago de Compostela, imputó a 22 cargos de Adif por falta grave de diligencia, al sustituir el sistema ERTMS por el Asfa, la Audiencia Provincial de A Coruña los desimputó, al igual que hizo posteriormente con 11 cargos, ya con el caso en manos del juez Andrés Lago Louro.
Actualmente se ha cerrado la instrucción y, dos años después, el único imputado es el maquinista, Francisco José Garzón, que rechazó participar en este documental, dedicado a los 81 muertos y 140 heridos que buscan una respuesta.