La Fundación Galicia Obra Social (Afundación) contará con una inversión social de 125 millones de euros en el período 2015-2019, tal y como se recoge en su plan estratégico, que este jueves ha sido presentado en Vigo por el presidente de la entidad, Miguel Ángel Escotet, y el gerente de la misma, Pedro Otero. Escotet ha explicado que dicho plan estratégico recoge las líneas de actuación de esta fundación, que centrará sus esfuerzos en tres áreas: la educación superior, el envejecimiento activo y los programas de mayores, y la actividad cultural y pedagógica.
El plan recoge una inversión total de 125 millones para estos cinco años, y se fija como objetivo lograr el "déficit cero" en 2017, con el fin de poder aumentar, a partir de entonces, los recursos destinados a un fondo de reserva anticíclico (que actualmente cuenta ya con 73 millones). El déficit de Afundación en 2014 fue de unos 6,8 millones, sin contar la aportación de Abanca, y el objetivo es ir reduciéndolo paulatinamente.
Para el año 2015, Afundación contará con un presupuesto de 29 millones de euros, de los que el 40 por ciento se destinará a actividades de educación, el 25 por ciento a mayores, y el 35 por ciento a acción cultural. Además, el organismo cuenta con la aportación de 5 millones anuales de Abanca en este período 2015-2019, a partir de ahí, el banco garantiza que destinará a la fundación el 3 por ciento de sus beneficios netos durante 25 años (con un mínimo garantizado de 5 millones anuales).
Los responsables de Afundación han explicado que habrá una "reorganización" de las estructuras de esta entidad, con el fin de optimizar espacios y ha descartado que se vayan a cerrar o vender edificios emblemáticos. En el caso de los inmuebles "de menor importancia", si fueran vendidos, los recursos obtenidos se destinarían al fondo de reserva anticíclico.
"Educación de élite para todos"
En cuanto a las líneas de acción de Afundación, el organismo trabajará para potenciar la educación superior, teniendo como puntal la Escuela de Negocios, y con el objetivo de abrirse a todos aquellos estudiantes que, independientemente de sus recursos económicos, tengan las "capacidades" para cursos estudios en la Escuela.
"Queremos dar una educación de calidad, con el único requisito de tener capacidades, una educación de élite, pero no solo para la élite, sino para todos", ha indicado Miguel Ángel Escotet, y ha añadido que la idea es "que los que puedan pagar ayuden a los que no, para que haya una verdadera democratización de la educación".
A ese respecto, Afundación quiere incrementar en un 30 por ciento el número de alumnos formados, aumentar en un 23 por cientos las becas y prácticas, y aumentar en un 48 por ciento el número de alumnos y profesores internacionales. Asimismo, el objetivo es que las actividades educativas y de formación se centren únicamente en el ámbito de la empresa, aunque como concepto amplio.
Con respecto al envejecimiento activo, la fundación apostará por mantener los actuales programas, aunque introducirá novedades, como la "escuela de abuelos", las "pasarelas intergeneracionales" y un programa de mayores voluntarios.
Finalmente, en el ámbito cultural, Miguel Ángel Escotet ha subrayado que se potenciará la agenda cultural enfocada hacia la infancia y la juventud, siempre respetando los criterios de calidad en el contenido, y que se impulsarán actividades de tipo pedagógico. Escotet también ha reafirmado que la colección de arte de la extinta Caixanova permanecerá en la ciudad de Vigo, donde "está muy bien".
"Autosuficiencia y sostenibilidad"
Tanto Miguel Ángel Escotet como Pedro Otero han insistido en que las "aspiraciones estratégicas" de Afundación pasan por ser un organismo "autosuficiente" y "no depender de nadie", por lo que, tanto su gestión financiera como de otros activos, se hará "bajo criterios de eficiencia y sostenibilidad". En esa línea, no se ampliará plantilla, pero habrá un "ajuste" en su organización para potenciar la "polivalencia" de los empleados.
Afundación pretende centralizar su acción en esas tres áreas estratégicas y aumentar el alcance de sus iniciativas hasta llegar a un 25 por ciento de la población gallega, lo que incluye la puesta en marcha de actividades en el rural.
Por último, Escotet ha subrayado la puesta en marcha del Código Ético de Afundación, de obligado cumplimiento para los empleados y representantes del patronato, y que también se aplica a proveedores. En ese código se regulan cuestiones como los conflictos de intereses, la prohibición de utilizar la entidad con fines políticos, entre otros.