Álvaro Sánchez Manzanares, Alvarito, según aparece en el sumario ha sido definitvamente destituido este martes como secretario general de Puertos del Estado. El Consejo Rector de Puertos ha aprobado oficialmente su salida del organismo público por "pérdida de confianza", según reza en el comunicado que han emitido. Su biografía ya ha sido eliminada de la página web de Puertos del Estado.
Según indica el sumario del llamado caso Koldo, Álvaro Sánchez Manzanares, fue el alto cargo que tramitó la compra de mascarillas con la empresa Soluciones de Gestión.
Pero… ¿qué sabemos de Alvarito? Porque resulta que este personaje ha tenido un peso muy destacado dentro de la estructura orgánica del PSOE.
Otro hombre de José Blanco
Para contarlo bien, vamos a comenzar por el principio: nacido en 1972, Álvaro Sánchez Manzanares es Licenciado en Derecho, fue concejal del municipio madrileño de Las Rozas entre el año 2007 y el 2010. Y fue en esa etapa cuando conoce a una persona que marcará el resto de su carrera política: el exministro José Blanco. En ese momento, Blanco era secretario de organización del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero.
Tal fue la conexión entre ambos que cuando José Blanco se convierte en ministro de Fomento, en el año 2009, se lleva a Alvarito, todavía concejal en Las Rozas, como director de Relaciones Institucionales e Innovación Tecnológica de Puertos del Estado. Puesto de nueva creación.
También se le designa vocal representante de la Administración General del Estado en los Consejos de Administración de las Autoridades Portuarias de Bilbao, Motril y La Coruña. En ese momento, el presidente de Puertos del Estado era el socialista gallego, expresidente de la Xunta, Fernando González Laxe.
En 2011, con la llegada de Mariano Rajoy a la Moncloa, José Blanco le pide a su sucesora en Fomento, Ana Pastor, que le mantenga en el ministerio. Pastor le coloca en una de las jefaturas del área de Asesoría Jurídica.
2012 es el año en el que se empieza a blindar dentro el aparato del PSOE. Como Alvarito era militante socialista desde hacía años, en el 38 Congreso federal que celebra el PSOE, fue elegido secretario de la Comisión de Ética y de Garantías, con Carmen Hermosín como presidenta. Aquel fue el congreso en el que Alfredo Pérez Rubalcaba se impone a Carme Chacón.
Aunque su padrino político fue José Blanco, según cuenta el diario El Mundo en esos años también empieza a acercarse mucho a otro destacado socialista, Óscar López, vecino también de Las Rozas y que hoy en día es director de Gabinete de Pedro Sánchez. López, junto con Antonio Hernando, César Luena y el propio Pedro Sánchez formaba un grupo al que llamaron "los chicos de Blanco". Y hasta tal punto intima con Alvarito que dentro del partido se les consideraba muy amigos.
"El Grupo Parlamentario tiraba de él para cualquier duda, iniciativa de oposición o normativa concreta. Él era su enlace, era la cuota política del PSOE en Puertos. Y era un tío que zigzagueaba, que no contaba siempre la verdad", desvelan fuentes del entorno socialista a El Mundo.
En Julio 2014, Pedro Sánchez se convierte en secretario general del PSOE, pero dos años y medio después, octubre de 2016, llega su primera gran caída: tiene que dejar su cargo.
Su papel en las primarias del 17
En ese momento, el PSOE se pone en manos de una gestora y ahí vuelve a aparecer Alvarito. Se le elige como asesor jurídico. Lo fue hasta las primarias de mayo de 2017. En ellas Álvaro Sánchez Manzanares se encarga, como representante legal, de las denuncias de militantes socialistas que exigían la disolución de la gestora y la convocatoria de un congreso extraordinario. Entonces, Alvarito estaba en el bando contrario a Pedro Sánchez.
Y mientras tanto sigue formando parte del área de asesoría jurídica de Puertos del Estado. Un área que, como dato, tuvo que decidir sobre la polémica Ley de Costas.
Pero para Álvaro Sánchez Manzanares se había reservado un encargo aún más importante en el partido, pues a él se le atribuye el mérito de haber solucionado uno de los episodios más oscuros de aquel proceso de primarias: lo relacionado con el crowdfunding al que recurrió Pedro Sánchez para financiar su campaña.
En marzo de 2017 el Tribunal de Cuentas da la razón a la gestora del PSOE y desautoriza la campaña de recogida de dinero de Sánchez, que había recaudado 94.000 euros.
Ese mismo día se celebra una reunión de hora y media en la que están el gerente del partido, Goyo Martínez, el asesor jurídico, Álvaro Sánchez Manzanares y los representantes que había enviado Sánchez: atención, el socialista sevillano Paco Salazar, el valenciano Andrés Perelló y… Santos Cerdán.
Y de esa reunión sale un acuerdo: Sánchez empezará a recoger dinero desde la cuenta suministrada por el partido pero a cambio podía seguir gastando el dinero que había recaudado y no entregaría los datos de los donantes hasta acabado el proceso de primarias. Después se incorporarían como anexo a la contabilidad del PSOE.
Lo que sucedió después, ya lo saben ustedes: Sánchez se hace de nuevo con la secretaría general del partido, en junio del 18 llega a la Moncloa y en ese momento el PSOE decide premiar a Alvarito: le asciende a secretario general de Puertos del Estado. Cargo que ha ostentado hasta el día de ayer.
La presidenta de Puertos en 2018 era Ornella Chacón y ¿a qué no saben quién es el encargado de hacerle llegar a la nueva presidenta que Sánchez Manzanares va a ser su número dos por decisión del partido? José Luis Ábalos. Y el mensaje fue el siguiente: "Nuestro hombre en Puertos es Alvarito", según publica también El Mundo. Ornella Chacón acabó confesando con el tiempo que se arrepentía de haber accedido a ese nombramiento.
Álvaro Sánchez Manzanares también colaboró con la ejecutiva de Pedro Sánchez, como asesor legal, en varias campañas de elecciones generales.
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