Federico Jiménez Losantos ha acudido a La noche de Dieter para presentar su último libro, El camino hacia la dictadura de Sánchez, una recopilación de "pequeños ensayos" que narran y analizan el devenir político de España desde 2017 hasta hoy. En ese periodo de tiempo, lo que ha pasado es Pedro Sánchez. Desde la moción de censura contra Mariano Rajoy que le aupó a la Moncloa, por lo que ha trabajado para conseguir "una estancia ilimitada en el poder", ha explicado Losantos. "Todo nos lleva a Venezuela". ¿Sus métodos? "Los típicamente bolivarianos: vaciar la Constitución y tomar el Tribunal de Cuentas, el CGPJ y el Tribunal Constitucional".
Lo que ocurre es que, "contra todo pronóstico", ese asalto a las instituciones se ha encontrado con una defensa inusitada de la población. "La cosa recuerda a lo que sucedió en 1808", ha dicho, cuando un pueblo aparentemente desunido se movilizó ante el invasor porque, más allá de cualquier cosa, "sabía que lo que estaba en juego era su país". A Losantos le ha asombrado la respuesta unánime de los jueces, por un lado, que han salido con rotundidad para oponerse a una ley de Amnistía que significa la supresión de la separación de poderes y la impugnación del sistema democrático que sustenta nuestra Constitución. Pero también la aparición de "una oposición muy fuerte", encabezada por un líder del que no se sabía qué esperar y que, al final, se ha destapado como alguien de fiar.
Entre los motivos del derrape repentino en la trayectoria sanchista se encuentran los resultados de las últimas elecciones, que han dejado a un Pedro Sánchez demasiado dependiente de Puigdemont. "El acelerón histórico comienza con la amnistía", ha dicho Losantos. Y la respuesta ciudadana también. En cualquier caso, los recientes indicios de corrupción que ya salpican a buena parte de la cúpula de su Gobierno y los reveses que la Justicia está propinando a sus intereses para con el prófugo de Waterloo han recolocado las piezas del tablero. "Ahora nos encontramos en una situación incierta; aunque lo fundamental del camino ya está hecho", ha comentado.
Lo que columbra es que "entraremos en un periodo de putrefacción", ya que Pedro Sánchez "no se va a ir". Su situación parece más débil cada día, pero conociendo al personaje nada hace esperar que vaya a renunciar por voluntad propia. "Mi impresión es que prorrogará los presupuestos y tratará de aguantar, a ver si escampa", aunque esas páginas ya se escribirán.
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