¿Se ha planteado usted irse a la puerta del Banco de España a comprar letras? O meter en un depósito ese dinero que tiene en la cuenta corriente muerto de risa. Pues si lo ha pensado, lo primero que debe saber es que no es usted el único.
Después de una década un tanto extraña en cuanto a las políticas monetarias, con unos tipos de interés al mínimo que hacían que la renta fija apenas fuera una opción y que los depósitos hubieran salido directamente del mercado (algunas entidades ni siquiera los anunciaban en su web), parece que regresa la normalidad. Todavía no podemos hablar, al menos entre los grandes bancos españoles, de guerra del pasivo. Pero sí del regreso de algunos productos que nos habían abandonado.
Y en este contexto, numerosos inversores se preguntan si alguna de estas alternativas vuelve a ser la opción por defecto de los inversores conservadores. ¿Se irán en desbandada aquellos ahorradores que en los últimos años se habían refugiado en la renta variable casi porque no les quedaba más remedio? Para ayudarnos a resolver estas preguntas, esta semana nos acompañan, en Tu Dinero Nunca Duerme, Giorgio Semenzato y Kevin Koh Maier, CEO y responsable de inversiones de Finizens.
"Está ocurriendo algo muy peligroso para el ahorrador medio. Los grandes bancos están volviendo a la carga con productos que dan muy poca rentabilidad a cambio de que mantengas tu dinero vinculado durante mucho tiempo", aseguran: "El banco hace el negocio del siglo. Le paga un 1% al ahorrador medio y, por detrás, la entidad gana el diferencial entre el Euríbor y lo que abona al cliente. Si ahora mismo el Euríbor está en el 3,05%, gana dos puntos, con tu dinero ¡¡y a riesgo cero!!".
¿Y la renta fija? ¿Qué perspectivas tiene Finizens para este producto, que tantas malas noticias ofreció a sus inversores en el último año y medio? ¿Ha vuelto la tranquilidad a este mercado?: "Hay que recapitular de dónde venimos", explica Koh Maier: "Desde 2008 hemos visto un gran experimento. Los tipos cero han llevado a que el precio de los bonos haya estado más caro que nunca. Y el reajuste en esos precios, en vez de haber tenido lugar durante varios ejercicios, ha tenido lugar en un año. Esto ha tenido un impacto tan grande en los mercados, que la renta fija ha caído globalmente a niveles que no se habían visto desde hace un siglo. La deuda fija gubernamental cayó el año pasado un 20%. ¡¡Toda!! No hablamos de un producto o una economía determinada. Ahora podemos decir que a medio y largo plazo las expectativas han crecido. Porque a nivel global sería bastante raro que hubiera un default sistémico. Por eso, lo normal [tras la subida de tipos] es que la renta fija aporte a medio plazo buenas rentabilidades".
"¿Y a corto plazo qué pasará? Eso no lo sabemos, porque para contestar tendrías que saber si el proceso de reajuste de los bancos centrales ya se ha terminado. Porque es verdad que si tu ves la historia de los últimos 60-70 años, los tipos de interés tienen que estar por encima de la inflación y todavía no estamos ahí. ¿Quiere esto decir que la renta fija lo va a hacer bien en 2023? No. Ha empezado bien, pero a corto plazo habrá que verlo. En cualquier caso, hay un aspecto importante: el año pasado la renta fija no protegió las carteras [aunque se supone que es una de sus funciones principales]. Y ahora, tras el reajuste de precios, podemos pensar que probablemente, cuando se den esos eventos futuros que seguro que van a venir, la renta fija sí puede volver a proteger mucho más de lo que lo hizo en 2022".
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