Este viernes se ha estrenado en España "Gru. Mi villano favorito", una película de animación norteamericana en la que participa como coproductor y animador el español Sergio Pablos. El cineasta ha contado a Andrés Arconada que tuvo que formarse fuera, en California, ante la falta de industria en España. "No es malo salir para coger experiencia, pero no lo veo como un orgullo. Veo bien hacer un reportaje sobre un español en Pixar, pero echo de menos la connotación de decir, si tuviéramos una buena industria de animación en España este señor no hubiera necesitado salir fuera a trabajar".
Pablos ha explicado que la clave del éxito radica "en hacerse un hueco en el mercado, uno tan saturado como el actual, mediante originalidad, hacer algo diferente a Pixar y Dreamworks". Ha asegurado que hacer animación es muy caro, "en Europa de vez en cuando sale algo satisfactorio, como la española Planet 51, en donde arriesgaron su propio dinero y no el de los contribuyentes, cosa que es de agradecer".
De hecho, Sergio Pablos se ha mostrado muy crítico en la entrevista con el sistema de subvenciones del cine español, "en España no faltan artistas, sino la figura del productor que esté dispuesto a arriesgar su dinero con un producto y hacer una gran apuesta". En nuestro país, prosigue, "lamentablemente el productor es una figura que busca el proyecto que le vaya a dar acceso a ciertos fondos públicos, del que obtiene el beneficio del pellizco que le pega a esa subvención".
Uno de los problemas que permite este sistema, "es que no están obligados a justificar, a someterse al juicio de la taquilla, si la película no funciona da igual porque ya ha cobrado". De esta forma, Pablos opina que "el productor sufre, porque se hace algo no comercial que además no es artístico, porque yo le quito esa connotación de que todo el cine es arte". Según Pablos "el cine es una industria y una película muy bien hecha puede llegar a ser arte, pero que nos vayamos con unos amigos al Retiro a rodar una peli no es arte". Para terminar, se muestra contundente, "es como si le das un pincel a alguien que no ha pintado nunca, pues no hay que subvencionar eso".