El problema de todo esto es el modelo de crecimiento que se pretende para España siendo bien intencionados y descartando de hecho otras cuestiones menos claras.
En el supuesto que nadie se enriqueciera ilegítimamente con este tema, hay que destacar que lo que importa es dinero a cualquier precio. Aunque esto ya lo vemos cada día en nuestra sociedad. Y la excusa de que es para los pobres y crea empleo es una gran mentira. Se favorecerá al desalmado que no dude en aprovecharse del semejante a costa de la ruina moral y en algunos casos también económica de muchos incautos que verán en este santuario del vicio la oportunidad de salvación terrena sea cual sea el precio. El precio suele ser el que es.
Alguno puede pensar que el juego no es malo, y tiene razón. En sí mismo no es ni bueno ni malo, de la misma manera que la coca en sí no es ni buena ni mala, ni el alcohol, ni el opio, ni siquiera la cicuta ni el arsénico. El problema, como siempre es el uso que de ello se hace. Es aquí donde radica la preocupación del obispo con buena conciencia, en la atención a su diócesis encomendada. Cada uno es libre de actuar como crea conveniente haciendo uso o abuso de lo que a su alcance tiene.
El problema de nuestra sociedad es que nos hemos acostumbrado tanto al abuso que lo mismo nos da 8 que 80 con tal de tener la barriga llena. El problema, como siempre, radica en traer algo que va a acarrear más problemas que soluciones.
El problema de España no es el paro, es siempre el mismo, ganar una peseta más. Por ganar una peseta más se compran sentimientos sobre la patria chica (nacionalismo), por ganar una peseta se vende humo y ruina (bancos), por ganar una peseta se envía gente al paro, por ganar una peseta se recalifican suelos, por ganar una peseta se compra y vende todo lo que esté a tiro (especuladores de todo tipo), por ganar una peseta se vende en definitiva la propia dignidad. Y el problema no es de ahora. El problema es de hace tiempo y subyace siempre la misma cantinela ¿Qué hay de lo mío?
El resultado es más que evidente, de lo nuestro lo que verdaderamente hay es ruina, y a los hechos me remito y sufro como todos. Pan para hoy y hambre para mañana. Qué gran construcción y nunca mejor dicho
Que risa nos van ha venir a corromper los americanos , como aquí no hay putas,no hay ladrones ,ni yonquis ,a este "obispo obrero" le convendría viajar a las vegas y verlo en persona , y ver lo que se permite allí , en las vegas no hay putas ni travestis en las calles enseñando las tetas a todos los coches que pasan como hacen en Madrid , en las vegas no hay drogadictos drogándose por la calle como hay en Madrid , en las vegas no hay tantísimos ladrones y a los pederastas los meten en la cárcel no como alguna institución de aquí que los encubre y perdona ¿ sabe al cual me refiero señor obispo?.
estos curas rojos me tocan los .....orejas
Hace falta ser muy tonto para pensar que Eurovegas es solución a algo.
Ese proyecto huele mal, me huele a Gran Estafa y más sabiendo las condiciones que impone el magnate .
Eurovegas es el chollo de constructoras y políticos comisionistas, pero trabajo generará poco y malo, además el magnate quiere que se reforme la ley de extranjería para traerse a sus empleados de sabe dios donde.
Lo que si que es cierto es que la moralina con Eurovegas llega tarde, España hace muchos años(unos 25) que es el puticlub-garito de Europa, 600.000 prostitutas, no hay mafia internacional que nos falte, con este panorama lo de Eurovegas sólo será un punto más.
Señor obispo, sabias sus palabras, pero esto hace tiempo que ya es una cloaca.
Al obispo de Getafe le conviene más que siga habiendo mucho paro, para así ellos lanzar sus campañas muy agresivas que prometen "trabajo fijo" de cura. Iglesia y ZParo, un matrimonio de conveniencia.
Pasionar:
Ya está bien de que cuando un obispo opina, hay que insultarle, compararle, ridiculizarle,..., y cuando habla cualquier mequetrefe, entonces hay que respetar la libertad de expresión.
Los obispos son gente con muchísima formación y no hablan a la ligera. Además tienen la obligación de guiar a los católicos de su diócesis, aconsejándoles lo que ellos creen mejor para la salud espiritual de su grey.
En ningún momento obligan a nadie, sólo aconsejan lo que creen correcto.
¿Cómo se puede ser tan insensato?
“El juego es inmoral y destruye a la persona”, dice; identifica el juego con una droga dura y se queda tan ancho.
Según esta teoría el juego es malo porque hay adictos al juego, entonces el vino es malo, la cerveza es mala, el chocolate es malo, la Bolsa es mala, y el cocido madrileño también es malo.
Esta gente tendría que hacérselo mirar, pertenecen a una organización que te condena a los fuegos del infierno, ¡para toda la eternidad!, por el simple hecho de no creer en su Dios independientemente de cómo hayas vivido tu vida; sin embargo acepta a asesinos, violadores, terroristas, atracadores, etc. con la única condición de su arrepentimiento en el lecho de muerte. No me quiero ni imaginar los personajes que se tienen que estar moviendo por el cielo.
Lo que realmente destruye a la persona es la falta de trabajo y el hambre, y no el juego.
Si pasará más horas por los comedores de Cáritas, seguro que dejaría de decir necedades de ese calibre.
Además no entiendo porque hay que darle ningún tipo de explicaciones a los obispos, que se dediquen a lo suyo, que su Reino no es de este mundo.
Por cierto, para devotos, ¿a quién le va mejor? a las Vegas o a Kabul.
Eso es porque no le han dado su parte.
Pues no anda descaminado el Obispo, no es oro todo lo que reluce.
Totalmente de acuerdo con Flameswo