El conductor de un coche se quedó dormido este lunes mientras la Guardia Civil le hacía un control de alcoholemia en una carretera cerca de Santiago. En la primera prueba de aire dio un positivo muy elevado, de 1,22 miligramos en el test de aire (el máximo legal es 0,25). El conductor estaba en tal estado de embriaguez que no pudo hacer la segunda prueba porque se quedó dormido. Tuvo que ser despertado por el guardia civil que le hacía el control. En esa situación y ante la preocupación por el estado del hombre, los agentes decidieron avisar a una ambulancia, que trasladó al conductor a un centro sanitario.
No fue el único caso grave de alcoholemia en las últimas horas. Cerca de Coruña fue interceptado cuando conducía su coche en estado supuestamente ebrio con sus hijos menores de edad en el coche. Fue su exmujer la que alertó a la Guardia Civil al saber que el hombre le iba a devolver a los niños en el coche ya que le había correspondido su custodia el fin de semana. Cuando lo pararon dio 0,98 en la primera prueba y 1,01 en la segunda. El coche fue inmovilizado, y los menores, entregados a su madre.