El Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo ha condenado a dos años de cárcel y a cuatro de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión médica al traumatólogo que atendió a la joven gimnasta de Vigo Desirée Vila, que acabó sufriendo una amputación de pierna.
La juez considera a Pedro Larrauri responsable de un delito de lesiones por imprudencia grave con pérdida de miembro principal y grave deformidad. El médico, que en su día fue militante de UPyD y candidato a la alcaldía de Vigo, tendrá que indemnizar a la joven con dos millones de euros. Parte de ese importe está destinado a los daños que sufrió la joven pero sobre todo a las prótesis tanto normal como deportiva, que utiliza.
La sentencia no es firme. Puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Pontevedra.
El caso
Desiree Vila sufrió una caída a comienzos del 2015 cuando practicaba gimnasia. El percance se produjo cuando realizaba un salto acrobático y se precipitó con la rodilla derecha fuera de la colchoneta desde una altura considerable, lo que le provocó una fractura muy complicada que afectó a la tibia y al peroné.
La joven ingresó en el Perpetuo Socorro el 26 de febrero y allí fue examinada por el médico de guardia, que le comunicó a Larrauri la situación. El facultativo no consideró oportuno visitarla hasta las 11:00 horas del día 27 y durante esa noche y la mañana del día 1 omitió, según la sentencia, la realización de pruebas diagnósticas complementarias que hubieran servido para descartar lesiones vasculares en la arteria poplítea o que permitieran el diagnóstico y el tratamiento en tiempo idóneo.
La sentencia señala también que una vez obtenido el resultado del angio-TC, donde se comprobó la gravedad de los daños, el acusado no acordó ni pidió medidas para trasladar a la paciente para que la interviniese un especialista en cirugía vascular. El traslado no se hizo hasta las 13:30 horas del día siguiente, más de 15 horas después de conocerse el fatídico resultado.
Debido al retraso en el tratamiento se produjo una trombosis arterial que evolucionó en una isquemia irreversible y finalmente fue necesaria la amputación de la pierna por encima de la rodilla, intervención que se realizó en Povisa.