Una guerra sin precedentes en esta etapa democrática ha estallado en el seno del PSOE, con todo tipo de acusaciones cruzadas, y sin que nadie sepa lo que sucederá en un futuro inmediato. Mientras los fieles al secretario general, Pedro Sánchez, se atrincheran en Ferraz, y rechazan que se deba dejar el partido en manos de una gestora, los movimientos en Galicia contra el todavía líder de los socialistas y sus "representantes" en la Comunidad gallega empiezan a mover sus fichas. El alcalde de Vigo y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp), Abel Caballero, ha trasladado la guerra a Galicia. "La ejecutiva está disuelta. El PSOE debe rehacer su proyecto político", sentenciaba Caballero. A esta "cruzada" de Caballero se ha unido el que fuera alcalde de Coruña y exembajador en el Vaticano, Paco Vázquez, quien pide al partido que "no sea esclavo de los militantes", pues son "pocos, endogámicos y están fuera de la realidad", afirmó. Pilar Cancela es el polo contrapuesto La presidenta de la gestora del PSdeG, es la única voz que se posiciona a favor de Sánchez. Cancela afirma que "quieren robarle la capacidad de decisión a la militancia".
La rebelión interna está cobrando fuerza por toda la geografía española. A los problemas "domésticos" que el PSOE gallego viene arrastrando se suman ahora dos hechos sin precedentes: la guerra abierta por los barones contra el secretario general de los socialistas y los pésimos resultados obtenidos por el PSdeG en las elecciones autonómicas del 25-S, los peores de su historia. Estos antecedentes ayudaron a las voces críticas en Galicia a exigir respuestas y a un congreso con todas las garantías.
Las primarias para la elección del candidato a la presidencia de la Xunta fue el inicio de una frustrada acción del sector crítico contra la dirección del PSOE. Una crítica que elevó el tono con la modificación de las listas electorales de las provincias de Pontevedra y Ourense, en contra de lo que habían elegido los militantes.
Sin un debate interno y sin explicaciones era evidente la fractura del PSdeG. No hacía falta el "levantamiento" de Madrid. Pero ha servido para acelerar el proceso y, además, que a las voces críticas se vayan sumando otras.
Por eso, la guerra abierta en torno a la figura de Pedro Sánchez y su plan para celebrar primarias y congreso federal, depositando en las bases la decisión sobre el posicionamiento del partido, ha contado con la defensa de Pilar Cancela, la presidenta de la gestora del PSdeG, y con las críticas de Abel Caballero y del exalcalde de Coruña, Francisco Vázquez, que ha retratado a los militantes como "endogámicos que están fuera de la realidad". Como es habitual en él y como se dice por tierras galaicas: "son cosas de Paco".
Sin embargo, el alcalde de Vigo, acostumbrado a dar titulares grandilocuentes, ha medido esta vez sus palabras. En declaraciones a Onda Cero consideró que el camino lógico es que una gestora conduzca al partido hasta el congreso federal. "En el PSOE hay unos estatutos y una tradición, y es que cuando se disuelve la Ejecutiva, se hace cargo del partido o bien los comités regionales o nacionales, o bien una gestora que dirija al partido hasta el próximo congreso", señaló el regidor vigués.
Caballero dice no entender "el dramatismo" de seguir esta vía, cuando ya ha ocurrido en otras ocasiones en el partido. No obstante, evitó ensañarse con Pedro Sánchez. Emplazó a la militancia a decidir sobre el secretario general, al igual que sobre "el rumbo del partido".
Críticas a la gestora gallega
Al ser preguntado por si considera a Sánchez el "peor secretario general que ha tenido el PSOE", Caballero ha explicado que "no hay que enfocarlo de esa manera", que es una situación "compleja", que no puede quedar en "reduccionismos a una sola persona". "Está claro que llevamos un rumbo equivocado, ayer (por este miércoles) lo decía Felipe González y yo lo comparto enteramente", zanjó.
No tuvo reparo, sin embargo, en criticar la postura de la dirección del PSdeG –ahora dirigido por una gestora-, persistiendo en la batalla interna en Galicia. "Los mismos que defienden que siga funcionando una gestora en Galicia, son los mismos que dicen que no se puede pedir un cambio de dirección o de actitud política", señaló, para concluir que le parece una argumentación "sesgada" la que utilizan dirigentes como Pilar Cancela.
Vázquez "pasa" de los militantes
El exalcalde coruñés y exembajador en el Vaticano, Francisco Vázquez, pidió al PSOE que "escuche a los votantes y no sea esclavo de los militantes", pues estos son "pocos, endogámicos y está fuera de la realidad".
El que fuera regidor de Coruña culpó de esta situación a una "deriva ideológica" de los socialistas, que los llevó a disputar votos con "independentistas y comunistas". "Nosotros tenemos que disputárselos al centro-derecha, tenemos que competir con el PP y olvidarnos de los grupos de izquierda y populistas".
Vázquez, en declaraciones a Radio Voz, terminó pidiendo a Pedro Sánchez que "acepte los resultados electorales" y dimita, y al partido que deje gobernar a la lista más votada, en este caso, al PP de Mariano Rajoy. En su alegato sobre dónde debe situarse el PSOE, defendió que el partido se aleje no sólo de las mareas, sino también del BNG. "Cuando pactaron con el BNG fue cuando me distancié del PSOE coruñés", concluyó Vázquez.
La presidenta de la gestora que dirige el PSdeG, Pilar Cancela, ha considerado "un suicidio" y un "despropósito" la operación que han puesto en marcha 17 miembros de la ejecutiva federal del PSOE para forzar la caída del secretario general, Pedro Sánchez, y ha advertido que este número de renuncias no son suficientes para disolver ese órgano de dirección.
"Es un despropósito, una locura y un suicidio. Pensé que había un poco más de cordura", se ha lamentado la también presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso, en declaraciones a Europa Press.
El pasado lunes, Pilar Cancela expresó ante los periodistas su respaldo a la decisión de Pedro Sánchez de convocar ya el congreso del partido. "Es una decisión acertada", manifestó en una rueda de prensa convocada para analizar los resultados de las elecciones gallegas, tras las que su partido se sitúa como tercera fuerza en la Comunidad gallega.