El sector de la flor cortada y la planta ornamental está siendo el ámbito agrario más castigado por la crisis del coronavirus. A diferencia de lo que ocurre en otros cultivos del sector primario que están a pleno rendimiento durante estas semanas para garantizar el suministro de frutas y hortalizas, el sector de la flor cortada ha caído en picado.
Según ha explicado en una entrevista al programa "Es la Mañana de Sevilla", el responsable de Flor Cortada de COAG Andalucía, Luis Manuel Rivera, la primavera es la época en la que el sector tiene planificado el 70-75 por ciento de la producción de todo el año. "Hay dos fechas claves; la primavera y la festividad de Todos los Santos", ha indicado Rivera al reconocer que les ha afectado duramente la suspensión de los desfiles procesionales de la Semana Santa o las Fallas de Valencia, pero también todos los eventos propios de estas fechas que no se han podido celebrar como las comuniones o las propias bodas.
Así las cosas, calculan ya unas pérdidas que ascienden a los 23 millones de euros en la costa noroeste de Andalucía, en municipios como Rota, Sanlúcar de Barrameda y Chipiona, "donde está el epicentro de la flor cortada". "De esos 23 millones, tres se refieren a las flores que estaban en las cámaras para la exportación, y los otros 20 que se han quedado en el campo, donde se están tirando las flores directamente", ha lamentado.
Rivera ha pedido ayudas a las administraciones autonómica, central y a la Unión Europea para poder levantar un sector que necesita de muchos recursos. "Hablamos de una agricultura superintensiva, con invernaderos con luces, calefacción, pantallas de ahorro energético o sensores de humedad y temperatura. Para que nos hagamos una idea, una hectárea de flor cortada equivale a cuatro hectáreas de hortalizas bajo plástico", explica.
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