Cuando no estás con nosotros quiero que sepas que tanto tu hermana Margarita, como Berna y yo, hablamos mucho de ti e incluso el pequeño Salvador cuando oye tu nombre te busca.
Sé que nuestras vidas han cambiado mucho desde que vivíamos los dos solos en la calle Abtao, hasta ahora que vivimos cinco en casa, pero la verdad, es que todo es mejor, ya que yo te quiero cada día más y encima tienes dos hermanos que estarán junto a ti toda la vida.
Sé que el trabajo de hermano mayor es fuerte, porque a veces son demasiadas las responsabilidades, pero yo ahora sé que nunca estaréis solos y siempre os podréis ayudar.
Cuando te digo que sois "la luz que ilumina mi camino", es verdad. Vosotros dais sentido a mi vida, con vuestra alegría, energía, amor, ruido, sencillez, en resumidas cuentas: con vosotros está claro el camino. Gracias por ser un hijo tan maravilloso.
Sé que no queda nada para que seas mayor, así que disfruta la niñez, es un momento maravilloso, aunque no tengas miedo a hacerte mayor porque seguro te acompañará toda tu vida la alegría, la paz, la armonía, la sensatez y el amor tan grande que tantas personas tienen por ti. Espero volver a leer esta carta cuando seas mayor y demostrarte que no me he equivocado, pisa con fuerza en este mundo porque tienes el amor de tus abuelas, padres, hermanos y demás personas que te conocen.
Recuerda seguir siendo tan estupendo, porque tú das sentido a la vida de muchas personas.
Yo se que estas fenomenal, porque una persona cuando está con su padre o su madre es como mejor está, pero no puedo evitar añorarte profundamente.
Ahora me despido pero como diría Mafalda "este es el comienzo del continuose"
Te quiero y te deseo que no pierdas tu alegría, que se convierte en la mía.
Tu madre que te quiere profundamente
Piluca