El misterioso fin de OCON Sur: acusaciones falsas, confidentes tóxicos y el papel de Asuntos Internos y la fiscalía

¿Quién fue la X que decidió el desmantelamiento de OCON Sur?

Se habían convertido en demasiado molestos. Y, por eso, alguien decidió que ya era hora de pararle los pies a ese teniente coronel de la Guardia Civil y, de paso, a toda su unidad. Para acabar con el mando de la Benemérita se decidió utilizar a confidentes tóxicos e investigaciones manipuladas, pero también se contó con la complicidad de ciertas autoridades y el extraño papel de la Fiscalía.

Podríamos estar hablándoles de la cacería orquestada contra el teniente coronel Antonio Balas y la UCO. Pero, en realidad, nos estamos refiriendo a un suceso anterior: el final del teniente coronel David Oliva y Ocon Sur, la unidad de élite de la Guardia Civil contra el narcotráfico.

La diferencia fundamental entre ambos casos es que la operación para cargarse a la UCO y a Balas fracasó y se sabe quién la llevó a cabo, mientras que la desactivación de OCON Sur y el teniente coronel Oliva triunfó, sin que a día de hoy conozcamos todavía quién fue la persona concreta que dio la orden de apretar el gatillo.

Casi tres años después del abrupto final de la unidad que sometió al narco en el Estrecho, buscamos respuestas a una de las muchas incógnitas sin resolver del sanchismo.

La pequeña Medellín

Martes 6 de febrero del año 2018. La Policía Nacional custodia en la sala de urgencias del hospital de La Línea de la Concepción a un narcotraficante que ha resultado herido en una persecución. Cuando el narco está en la sala de curas, una veintena de hombres encapuchados irrumpen en el hospital sin que la policía pueda impedirlo. Se lo llevan y huyen, en moto de agua, hasta Marruecos.

El narco no es un cualquiera. Se llama Samuel Crespo, Samuelito, y pertenece al poderoso clan de Los Castaña.

Desde ese día, a La Línea de la Concepción algunos la empiezan a llamar: "La pequeña Medellín". Toda España empieza a ser consciente de que en el sur del país los clanes de la droga operan con total impunidad, burlándose de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Todo eso empieza a cambiar cuando en noviembre de 2018, con Pedro Sánchez ya en el poder, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, pone en marcha el Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar que incluye la creación de un organismo especial, desconocido hasta entonces: OCON Sur (Organismo de Coordinación de Operaciones contra el Narcotráfico de la Guardia Civil).

OCON SUR marcará un antes y un después en la lucha contra el narco. Desde que estos agentes de la Guardia Civil llegaron al sur de Andalucía en noviembre de 2018, las mafias de la droga empezaron a ver amenazado su poder y los grandes capos comenzaron a sentirse intimidados. Nada fue igual y todo fue distinto desde que el OCON Sur comenzó a desplegarse en toda la zona del Estrecho.

Al frente de esa unidad contra el narco estaba el comandante David Oliva. Él fue quien reclutó personalmente a los más de 150 agentes de élite que sirvieron en esa unidad durante los cuatro años en los que estuvo activa.

El éxito de la unidad fue indiscutible. En total, el OCON Sur tiene en su haber más de 350 operaciones. Desde que el comandante Oliva se puso al frente del OCON Sur, se convirtió en el Guardia Civil más temido —y a la vez, más odiado— por todos los clanes de la droga del Estrecho.

El OCON Sur hacía, de media, una operación cada cuatro días.
No le daba tregua al narco. Acorralados, los traficantes pusieron precio a la cabeza de David Oliva. 400.000 euros. Y se lo hicieron saber. Programaron seguimientos. Le vigilaron. Le amenazaron. Su foto y la de su familia circuló por varios grupos de WhatsApp de los narcos más peligrosos.

En la diana del narco y de Asuntos Internos

A pesar de sentirse vigilado y amenazado, a pesar de saber que estaba en punto de mira de los tipos más peligrosos de España y del norte de África, el comandante David Oliva y sus hombres, no aflojaron en ningún momento y siguieron plantándole cara a las mafias de la droga.

Lo que entonces Oliva no sabía es que además de estar en la diana del narco, también lo estaba en la de algunos de sus compañeros de la Policía. Apenas llevaba un año al frente de OCON SUR cuando el Servicio de Asuntos Internos de la Policía le abrió una investigación.

En aquel momento, noviembre de 2019, Asuntos Internos había recibido varias informaciones comprometedoras para Oliva que señalaban que podría estar favoreciendo a los narcos en el Estrecho a cambio de dinero y favores.

Fuentes de la propia OCON SUR nos explicaron entonces que detrás del origen de esa denuncia estaban los "soplos intoxicados" de narcos que actuaban como confidentes de la policía y que lo único que buscaban era acabar con la unidad que tanto daño les estaba haciendo.

Aquella causa en la Audiencia Nacional quedó archivada. A ojos del juez instructor, no tenía ninguna solidez y se basaba en meras conjeturas. Sin embargo, por algún motivo que nadie ha explicado, Asuntos Internos mantuvo abierta la investigación.

En el mes de noviembre de 2021, un año antes del fin del OCON Sur, se produjo una reunión entre representantes de la Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional y miembros de Asuntos Internos de la Guardia Civil. Como consecuencia de ese encuentro, se abrió una pieza separada, esta vez, no en la Audiencia Nacional sino en los juzgados de Parla, en Madrid.

Látigo de los narcos

En aquel año de 2021, cuando Asuntos Internos está en plena investigación a David Oliva, el comandante recibe una nueva condecoración, de manos del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska. En ese momento, al comandante no le caben más en el uniforme. Con apenas 45 años, ya cuenta con más de 60 medallas y la fama de ser: "El látigo de los narcos".

Pero la condecoración más importante es la que le ponen los propios narcos porque durante los cuatro años que OCON Sur estuvo en funcionamiento, el precio de su cabeza no paró de subir. Así hasta que, en el verano de 2022, con el comandante Oliva recién ascendido a teniente coronel, la unidad contra el narco es desmantelada por sorpresa y sin previo aviso.

Los únicos que celebraron en el sur de Andalucía la salida de los hombres de Oliva fueron los narcos. Poco a poco, las narcolanchas volvieron a formar parte del paisaje andaluz.

Pruebas falsas y maliciosas

El ascendido teniente coronel David Oliva no tuvo una muerte biológica lenta y cruel como le desearon los narcos, pero sí que sufrió desde entonces una muerte profesional por las acusaciones de corrupción que le lanzaron desde la Policía Nacional.

La investigación de Asuntos Internos fue el argumento al que se agarró el Ministerio del Interior para acabar con la unidad más odiada por el narco.

Sólo entre los años 2021 y 2022, a Oliva le hicieron 24 vigilancias, con el objetivo de relacionarle con uno de los grandes clanes de la droga, el de los Ariza.

David Oliva y su número dos, también investigado, interpusieron una querella contra los instructores de la UDYCO y de la unidad de Servicios Internos de la Guardia Civil, por haberles apartado de sus funciones con pruebas falsas, maliciosas y manipuladas. Y para demostrarlo, aportaron un informe pericial en el que cuestionaban, una a una, todas las supuestas pruebas contra él.

El 14 de enero de este año, el juez decidió imputar al jefe de la UDYCO por la supuesta creación de pruebas falsas contra el teniente coronel Oliva y su número dos. Este jefe de la policía tuvo que declarar ante el juez. Defendió su trabajo y aseguró que todos los seguimientos se ajustaron a la legalidad. Sin embargo, Asuntos Internos tuvo que admitir en la causa que presentó esas pruebas "sin contrastar".

José María Ramírez, el abogado del teniente coronel Oliva y su número dos, no sólo tuvo que demostrar la inocencia de su cliente, también tuvo que batallar con la Fiscalía, que, según el propio letrado, tuvo una posición "vergonzosa".

La fiscal Cristina Jiménez Casso trató de impedir que el juez del número 18 de Madrid hablara con los ocho policías nacionales que supuestamente habían realizado los seguimientos al teniente coronel de la Guardia Civil. El juez no hizo caso a la fiscalía, y el pasado mes de febrero comenzaron a desfilar ante él los citados ocho policías. Los agentes, ni ratificaron los informes, ni vieron a los vigilados, ni fueron ellos los que hicieron las fotos.

Pase lo que pase en el juicio contra el mando de Asuntos Internos, lo cierto es que ya será tarde para OCON Sur.

La unidad que sometió al narco en el Estrecho ya no volverá. Y, por eso, tres años después de su final, las mismas preguntas siguen sin respuesta.

Sabemos a quién molestaba el OCON SUR y por qué.

¿Pero quién fue la persona concreta que dio la orden de empezar la operación contra Oliva?

¿Quién fue la persona que, sin esperar unos meses a que la burda causa se archivara, dio la orden de apartarle y desmantelar la unidad?
¿Fue directamente el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska?
¿Su secretario de Estado?
¿Mandos de la Guardia Civil?

El 24 de abril nos pusimos en contacto con el Ministerio del Interior mediante correo electrónico para preguntarles:
¿Quién decidió y por qué el desmantelamiento de la unidad de élite de la Guardia Civil en la lucha contra el narco?

Fuentes del departamento de Marlaska nos respondieron que:

"No se ha desmantelado OCON Sur ni ninguna unidad de élite de la Guardia Civil (…) En el inicio de la ejecución del plan, la Guardia Civil optó por crear un grupo específico, con efectivos de adscripción temporal, que posteriormente se integraron en las unidades territoriales de Policía Judicial, sin que la medida afectara a la aplicación del plan".

Por primera vez, el Ministerio del Interior señaló a la Guardia Civil como la responsable de la desintegración de los agentes de OCON Sur; por usar la misma terminología eufemística del departamento de Marlaska.

La Guardia Civil tampoco contesta

Con esta respuesta, nos pusimos en contacto de inmediato con la Guardia Civil para tratar de saber, en primer lugar, si esto fue así, si fue la Dirección General de la Guardia Civil la que tomó la decisión de que el OCON Sur dejara de actuar, y, en segundo lugar, para descubrir de una vez por todas quién fue la persona que escribió la orden y por qué.

El 6 de mayo le formulamos por primera vez estas dos preguntas a la cúpula de la Guardia Civil. Luego lo volvimos a hacer más veces. A día de hoy seguimos sin recibir respuesta alguna.

Miguel Ángel y David

Tras la desaparición de OCON SUR, los narcos volvieron a actuar con la misma impunidad que en los tiempos en los que asaltaban hospitales para liberar a delincuentes o forzaban dependencias oficiales para recuperar las lanchas incautadas.

El 9 de febrero de 2024, una narcolancha de cuatro motores, 14 metros de eslora y unos 5.000 kilos de peso pasó por encima de la zódiac de menos de cuatro metros y la atravesó de babor a estribor, sin importarles que seis guardias civiles estuvieran a bordo.

Antes de arrastrar a la lancha de la Guardia Civil y asesinar a los agentes Miguel Ángel González y David Pérez, los narcos se divirtieron haciendo hasta seis pasadas a toda velocidad al lado de los agentes. Miguel Ángel González y David Pérez siguen desaparecidos desde ese día. OCON SUR, también.

A unos los asesinaron unos narcos con nombres y apellidos.
De la otra, nadie se atreve a asumir en primera persona su final.