En su editorial de este lunes Carlos Cuesta se centra en los resultados de las elecciones autonómicas en Extremadura, donde la izquierda ha sufrido un batacazo histórico en una comunidad que tradicionalmente había sido bastión socialista. La derecha, en cambio, alcanza el 60% del voto, con PP y Vox creciendo de manera significativa: el primero sube 4,4 puntos y el segundo 8 puntos, lo que representa el 38% de los votos del PP.
Hundimiento del PSOE y contexto electoral
El periodista vincula el desplome del PSOE a la gestión de Miguel Ángel Gallardo en la comunidad, que, según Cuesta, replicó los métodos de Pedro Sánchez: enchufes familiares y decisiones políticas cuestionables, generando descontento en la población. "El hundimiento del Partido Socialista es un aviso clarísimo de los votantes: quieren España, no izquierda", asegura.
Cuesta advierte que la extrema izquierda apenas logra subir cuatro puntos, insuficiente para amortiguar el golpe del PSOE. La consecuencia es clara: la ciudadanía ha enviado un mensaje contundente de rechazo a la izquierda y de respaldo a un bloque de gobierno de derechas.
La necesidad de entendimiento entre PP y Vox
En este sentido, el periodista insiste en que el resultado electoral no debe ser interpretado como una guerra de siglas dentro de la derecha. Cuesta subraya que los votantes han emitido un mandato que obliga a PP y Vox a colaborar: "Vox tiene que entender que su interlocutor natural es el PP. El PP tiene que entender que su interlocutor natural es Vox. Esto no lo deciden ellos, lo decide la soberanía nacional".
Para el periodista, el fracaso en formar acuerdos sería un error estratégico que no refleja la voluntad del electorado. Advierte que las discusiones internas entre los partidos sobre quién tiene más proyección o capacidad de diálogo son secundarias frente al mandato democrático: "Si alguno de PP o Vox no comparte estos puntos, se ha salido de la derecha. Si ambos comparten todo, tienen la obligación moral y casi contractual de conformar gobiernos".
Proyecto España y prioridades de la ciudadanía
Cuesta articula su editorial alrededor de lo que llama el proyecto España, centrado en la defensa de la unidad nacional, la libertad, el imperio de la ley y la protección de la propiedad privada. Señala que los votantes quieren medidas concretas: seguridad en las calles, control de la inmigración, independencia judicial, fin de indultos y amnistías, eliminación del despilfarro institucional y protección de autónomos y empresas.
El periodista critica la gestión socialista por favorecer al separatismo, narcodictaduras y la inversión ideológica en materia cultural o educativa. "Lo que importa a los votantes no son las siglas, es España. Quieren más libertad, más constitución, más Estado de Derecho y menos adoctrinamiento", apunta.
Conclusión y advertencia a los líderes
Cuesta concluye que la derecha tiene ahora una oportunidad histórica para gobernar en comunidades como Extremadura, Aragón y Castilla y León. "Si las conversaciones entre PP y Vox comienzasen teniendo en cuenta el mandato de los votantes, nos ahorraríamos episodios ridículos y patadas entre partidos", sostiene.
El editorial cierra con un mensaje claro: los ciudadanos han hablado y los partidos tienen que escuchar. La unidad de acción de la derecha no es opcional, sino un mandato de la democracia representativa. "Van a tener unas navidades para reflexionar, espero que lo piensen", concluye Cuesta.
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