Carlos Cuesta, presentador de La noche de Cuesta en esRadio, ha centrado su editorial en la condena del Tribunal Supremo al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y en la reacción del Gobierno. Ha afirmado que "lo que está haciendo el Gobierno es impresentable" y que "lo que ha hecho el Supremo es totalmente presentable: juzgar a una persona que es un delincuente". Según ha recordado, García Ortiz "es un delincuente con una sentencia firme del Tribunal Supremo".
Cuesta ha señalado que la gravedad del caso reside tanto en la filtración de datos reservados como en la intención: "¿Por qué hizo esa revelación de datos reservados? ¿Lo hizo porque le caía mal Alberto González Amador? ¿Lo hizo porque tenía ganas de soltar datos al viento? No. Lo hizo para ayudar a Pedro Sánchez a librarse de una rival política". Según su análisis, el objetivo ha sido perjudicar a Isabel Díaz Ayuso utilizando a su pareja como "daño colateral".
Títere al servicio de Sánchez
El periodista ha criticado los argumentos del Gobierno para desacreditar el fallo: "Según ellos, toda sentencia que cuenta con un voto particular es una sentencia injusta, siempre y cuando vaya en contra de ellos". Ha comparado esta actitud con precedentes históricos: "Busquen las declaraciones de Largo Caballero cuando perdieron las elecciones de 1933. Si encuentran grandes diferencias, me lo dicen".
Ha afirmado que García Ortiz "era un títere, una marioneta de Pedro Sánchez", y que su actuación tenía un propósito político evidente: "Está claro que si vas contra Ayuso acabas mal", ha citado de las declaraciones de Óscar López, destacando que, con esa frase, "ha reconocido exactamente lo que estaba haciendo Álvaro García Ortiz: ir contra Ayuso".
Cuesta ha respondido también a las palabras de Yolanda Díaz, quien ha calificado la sentencia de política. Ha señalado que esa afirmación "muestra que consideraban al fiscal general como parte de su Gobierno", y ha recordado que las dictaduras comunistas sí aplican sentencias políticas de verdad.
Asimismo, ha insistido en que Pedro Sánchez se ha permitido hablar de "abusos de poder" mientras es "la persona que ha invadido el Tribunal de Cuentas, que ha invadido el CIS, que ha invadido el Banco de España, que ha invadido la Abogacía del Estado, que ha invadido el INE, que ha invadido, por supuesto, el Tribunal Constitucional".
Estrategia para tumbar la sentencia
Cuesta ha advertido de que el Gobierno prepara una vía para anular la condena mediante el Tribunal Constitucional: "Están preparando ya el terreno para argumentar que esto ha sido una violación del derecho a la defensa, llevarlo al Tribunal Constitucional vía recurso de amparo y que otra de sus marionetas, Cándido Conde-Pumpido, anule esta sentencia".
Ha recordado que "el Tribunal Constitucional no forma parte del orden jurisdiccional" y que está compuesto mayoritariamente mediante criterios políticos, señalando que lo que pretende la izquierda es "tener todas las sentencias políticas controladas".
Deriva hacia el control total
El presentador ha subrayado que, según el discurso del propio Sánchez, el llamado "muro" significa "mandar a una zona sin derechos a los de derechas", mediante inspecciones fiscales, resoluciones judiciales o retirada de subvenciones. Ha denunciado que ese modelo busca "acumular todo el poder: totalitarismo, dictadura".
Carlos Cuesta ha concluido que el país se está jugando algo esencial: "En estos momentos nos estamos disputando si mantener una democracia o no mantenerla". Ha defendido que el Tribunal Supremo "se ha puesto de parte de la ley, del Estado de Derecho y, por lo tanto, de la democracia", y ha advertido del riesgo de futuros intentos del Ejecutivo de "repetir el ataque a la justicia".
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