El ex secretario general de UGT Cándido Méndez ve "imprescindible" que la reducción de la jornada laboral se haga con un acuerdo con la patronal, para que así la reforma pueda "permanecer en el tiempo". Si no, aboga por que el diálogo se extienda "algunos meses más" para lograr ese consenso.
Así se ha pronunciado Méndez, en declaraciones a la prensa, antes de presentar su libro 'Por una nueva conciencia social' en Santiago de Compostela, donde a mediodía también recibirá el Premio Luís Tilve.
Este mismo martes por la tarde, el Gobierno central volverá a reunirse con CCOO, UGT, CEOE y Cepyme para buscar un acuerdo para reducir la jornada. El Ministerio de Trabajo pondrá encima de la mesa la última oferta para sumar a la patronal, con una propuesta de ayudas directas a la productividad para los sectores más alejados de las 37,5 horas.
Cándido Méndez se muestra partidario de bajar las horas de trabajo semanales, pero insiste en que "el mejor procedimiento es el diálogo social", porque la historia "así lo indica". Ha recordado que el último gran acuerdo entre sindicatos y patronal en este sentido tiene más de 40 años, pues data de 1980, y "sirvió de pista de aterrizaje" para luego cambiar la ley y fijar la jornada de 40 horas.
"Por tanto, yo estoy de acuerdo con el objetivo, pero me parece que no es indiferente el procedimiento. Yo creo que el acuerdo previo con la patronal y con el sindicato es imprescindible para que llegue a buen puerto el debate", ha manifestado el que fue secretario general de UGT durante 22 años, entre 1994 y 2016.
Pero, si no se consigue atraer a la patronal al consenso, Méndez aboga "por seguir insistiendo" porque "aquellos cambios que se producen" con el favor de la parte empresarial son "los que más permanecen en el tiempo".
En caso contrario, "puede cambiar el Gobierno y puede cambiar el contenido" de ese acuerdo, tal y como ha advertido.
En todo caso, el histórico sindicalista considera que el acuerdo debe ser "más amplio" y no centrarse únicamente en las horas de trabajo, sino incorporar también medidas a favor del empleo, la productividad y la reducción de las desigualdades.
En este contexto, apuesta por "buscar alguna fórmula compensatoria que redujera las resistencias" de la parte empresarial. Sobre si las ayudas que va a poner encima de la mesa el Gobierno podrían ser la vía, ha respondido que "puede ser un componente", pero hay que "ampliar el foco" e incidir en la productividad y en el empleo.