El incendio que empezó en Verín (Ourense) poco antes de las 15:00 de este miércoles con más de una decena de focos ha arrasado ya 600 hectáreas, según las mediciones provisionales, aunque la evolución es "favorable". En todo caso y, aunque no existe peligro para núcleos habitados, se mantiene la alerta por proximidad a viviendas.
Los medios se concentran ahora en la labor de extinción de un flanco de "muy difícil acceso", tarea en la que contribuirán también los medios aéreos en cuanto sea posible. Este incendio ha provocado desalojos y confinamientos de algunos vecinos -aunque ya pudieron regresar a dormir a sus casas-, cortes en la A-52 y la N-525 (ya reabiertas al tráfico transcurridas dos horas), y daños materiales de poca entidad en la fábrica de Auga de Sousas.
Tanto el conselleiro de Medio Rural como el alcalde de la localidad, Gerardo Seoane, han incidido en la "intencionalidad" de este incendio, que se inició en más de una decena de focos diferentes.