Los problemas con el suministro de materiales han retrasado las obras de reforma de la zona del paseo de As Avenidas que se desplomó durante la celebración de un concierto en el festival O Marisquiño de 2018, según han informado fuentes de la Autoridad Portuaria de Vigo que, no obstante, han avanzado que la finalización de los trabajos está prevista para el primer trimestre del año que viene.
En la ampliación del plazo de la obra han influido también otros factores, como la proximidad del periodo navideño y las interferencias fruto de la necesaria compatibilización entre los trabajos en el lado del mar y el de tierra, lo que disminuirá el rendimiento de los trabajos durante estas fechas.
La reconstrucción del paseo se encuentra en la fase de los trabajos de pavimentación en el lado de tierra, una vez terminadas las obras en el lado del mar (a falta de equipamientos y pavimento de madera). Así, se actuará en la zona enlosada entre el edificio administrativo de la Xunta y la escultura dedicada a Julio Verne.
Estas obras de reforma se iniciaron a principios de 2020 y cuentan con un presupuesto de más de 4 millones de euros. Aunque inicialmente estaba previsto que finalizasen a finales de año, los problemas de suministros están ralentizando los trabajos, que finalizarán en el primer trimestre de 2022.
El pasado mes de octubre arrancó el montaje de los elementos prefabricados que conforman la estructura del paseo entre la delegación de la Xunta y la escultura de Verne. Cuando finalice esa colocación, se procederá a la pavimentación de la zona enlosada, lo que completará las actuaciones.
El pasado verano se concluyeron las obras de mejora del primer tramo del paseo (entre la escultura y el centro comercial A Laxe), donde se pintó un carril bici que enlazará con los tramos previstos a lo largo de la fachada portuaria.
La reforma de la zona de As Avenidas fue adjudicada por el Puerto después de la polémica suscitada a raíz del accidente de O Marisquiño y del debate sobre la responsabilidad del mantenimiento de esa zona.
Así, mientras que el Ayuntamiento sostiene que el paseo hundido forma parte de un muelle de uso portuario, el Puerto se remite al convenio suscrito en 1992 entre este organismo, el Ayuntamiento y el Consorcio de la Zona Franca, que recogía, según la Autoridad Portuaria, que "el mantenimiento del paseo correspondía al Ayuntamiento".
En cualquier caso, este convenio se extinguió en octubre de 2019, momento en el que el Puerto recuperó el total dominio y competencias sobre la zona".