
El templo vigués ha conseguido esta distinción por parte del Sumo Pontífice por cumplir una serie de requisitos: tener un perfil arquitectónico destacado, ser un foco espiritual de la comunidad, y poseer un "tesoro espiritual" (en este caso, el Cristo de la Victoria) al que se dé culto de forma continuada.
La concatedral podrá por tanto hacer uso de símbolos de la dignidad pontificia, como el sello con las llaves entrecruzadas, el 'conopeo' que identifica a los templos con especial vinculación a la Santa Sede, o el 'tintinábulo', una campanilla que se usará en ocasiones solemnes, como la procesión de Corpus Christi. Además, asume el compromiso de promover la formación bíblica, divulgar y estudiar documentos del magisterio del Sumo Pontífice.
En la actualidad, existen más de 1.500 basílicas menores (las mayores son solo 4 y están en Roma: San Juan de Letrán, San Pedro, San Pablo Extamuros y Santa María la Mayor), de las que 123 están en España y son basílicas por designación papal.