
Este 25 de julio, los Reyes de España están en Compostela; coincidiendo con el día grande de la Comunidad y para asumir en primera persona la Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago, marcada este año, como el resto de celebraciones, por la pandemia de covid-19.
Aunque el primer Año Santo en más de una década no será hasta 2021, y a pesar de que la tradición marca que los monarcas asuman el papel de oferentes coincidiendo con el Xacobeo, esta será la segunda ocasión en la que Felipe VI realizará la tradicional Ofrenda, un papel que ya ejerció en 2014, poco después de su coronación, como homenaje a las víctimas del accidente ferroviario de Angrois, que había tenido lugar un año antes y que motivó la suspensión de la Ofrenda de 2013.
En el año 2010 fue su padre, el ahora rey emérito, Juan Carlos I, el que se encargó de esta labor, algo que hizo todos los Años Santos desde su coronación (1976, 1982, 1993, 1999 y 2004)
Aunque el espíritu de la Ofrenda será el mismo, en esta ocasión, la celebración vendrá marcada por muchos cambios. Entre ellos, la ubicación, ya que volverá a desplazarse a la Iglesia de San Martiño Pinario a causa de las obras de la Catedral. También los aforos estarán afectados e imperará la distancia de seguridad incluso para los curiosos que el sábado quieran acercase a la zona vieja de Santiago para saludar a sus majestades.
La Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago fue instituida en 1643 por Felipe IV y, a lo largo de los años, se ha mantenido la tradición de que reyes, jefes de Estado o personalidades con las más altas responsabilidades rindan homenaje al Patrón de las Españas para pedir su intercesión en asuntos de actualidad o de preocupación colectiva.
Por su parte; en esta jornada; el presidente de la Xunta en funciones, Alberto Núñez Feijóo, se dirigió en una tribuna abierta a los gallegos con motivo del Día de Galicia, que se celebra este sábado 25 de julio en un contexto marcado por la pandemia de coronavirus.
El mandatario autonómico, que renovó su mayoría absoluta en las urnas el pasado 12 de julio, hace referencia en el inicio de su artículo a las semanas de confinamiento decretado a mediados de marzo para frenar el avance de la Covid-19 para ensalzar la convivencia como un valor "natural" al ser humano.
"Galicia es uno de esos lugares de convivencia. Galicia es una casa que se comparte, cuya construcción inicial data de mucho tiempo atrás y que seguimos perfeccionando día a día. Es un hogar acogedor para los que viven en él, es un lugar atractivo para los que viven fuera y se acercan a nosotros", relata Feijóo en su columna, en la que reivindica Galicia como "un país que está de moda en muchas facetas, sobre todo en las fórmulas que ofrece para conciliar aspectos que en ocasiones se ven como antagónicas".
Tras apelar a hacer de los "trazos culturales e idiomáticos" una vía de "comunicación en el gran concierto de los pueblos", el mandatario hace referencia al contexto de "tendencias globalizadoras y proteccionistas" y apela a que Galicia conserve su "esencia" mientas está insertado en el "mundo global".
En este sentido, recuerda el verbo 'anosar' acuñado por Álvaro Cunqueira para hacer gallegos elementos universales y llama a aportar también desde este rincón a las corrientes globales. "Galicia nunca vio en el entorno una amenaza a evitar, sino una oportunidad para influir y recibir influencias que nos ayuden a mejorar".
"En la Fiesta del Día Nacional de Galicia celebramos que Galicia es un hogar hermoso por su paisaje físico, pero sobre todo por su paisaje humano. Los gallegos fuimos obsequiados con una tierra hermosa que nosotros poblamos con valores sugestivos que no dejan de crecer, gracias a un esfuerzo colectivo que se pone a prueba en la crisis desatada por la covid-19", señala Núñez Feijóo en una tribuna que cierra con la reivindicación de que Galicia "es sinónimo de convivencia, libertad, tradición y modernidad".