
Las monjas Salesas -una de las congregaciones lucenses de clausura- dieron el salto a las redes sociales para promocionar y vender sus filloas, orellas y otros dulces, para poder sostener los gastos cotidianos en el monasterio de La Visitación donde viven, en la zona de Acea de Olga.
La madre superiora de la congregación, sor María Virginia, ejerce de community manager y, por lo tanto, fue ella la que abrió una página en Facebook y la que se encarga de subir las fotos de los dulces que hacen y de recoger los pedidos, que se pueden hacer tanto a través de esta red social como también por teléfono.
Por el momento, ya son 179 los amigos de estas monjas en Facebook, la primera congregación lucense de clausura en dejarse ver en las redes sociales.
Las hermanas comenzaron a elaborar dulces las pasadas navidades, recogiendo las enseñanzas de Mónica, la pastelera de Vientos de Azúcar que acude todas las semanas al monasterio a darles clases de repostería. Los troncos de Navidad y los polvorones fueron todo un éxito y las monjas vieron que en los dulces se abría una vía para poder autofinanciarse ahora que otros trabajos -como la encuadernación de libros o el bordado a máquina- tienen menos demanda y, por lo tanto, generan menos ingresos.