Delegados portugueses de la Federación Europea de Sistemas Agroforestales (Euraf) creen que el abandono del monte y la presencia de especies "pirófilas" -proclives a incendiarse- como el eucalipto fueron elementos claves en la rápida propagación del incendio de Pedrógão Grande (Portugal), en el cual fallecieron más de 60 personas.
En conversación con Europa Press, la presidenta de la Federación Europea de Sistemas Agroforestales, Rosa Mosquera, ha explicado que ha mantenido contactos con los delegados portugueses de esta entidad, los cuales inciden en el impacto del abandono en la actividad agrícola en esa zona de Portugal, que ha dado lugar a una "matorralización" que ayuda a la propagación del fuego, unido a que se produjo "la regla de los tres treinta" -temperatura de más de 30 grados, humedad por debajo del 30% y vientos de más de 30 kilómetros por hora-.
Así, Rosa Mosquera, también profesora en la Escola Politécnica Superior del Campus Terra de la Univesidade de Santiago (USC) -con sede en Lugo-, habla de las vinculaciones entre Galicia y Portugal, situados en la zona atlántica del Sur de Europa afectada con "frecuencia" por incendios.
Al respecto, estima que en Galicia existen unas 600.000 hectáreas de matorral, que se encuentran abandonadas y sin uso, si bien llegaron a suponer el millón de hectáreas en 1990.
Aquí, llama la atención acerca de que en Galicia existen "unos montes con una carga de biomasa mucho más elevada de lo aconsejable", en una comunidad también "afectada por el cambio climático", por lo que "es muy sencillo" que en verano se alcancen las condiciones de "la regla de los tres treinta".
Políticas "más decidas" de prevención
En este sentido, Rosa Mosquera remarca que la Comunidad gallega tiene "un 20 por ciento" de su territorio agrícola sin usar, y detecta "ejemplos claves en zonas de Ourense", "con grandes cantidades de matorrales que no se emplean", por lo que echa en falta medidas de desarrollo rural que "promuevan" su aprovechamiento.
De hecho, reflexiona sobre cómo se producen grandes oleadas de incendios de forma cíclica cada década, que "es el tiempo que tarda la biomasa en acumularse". Recuerda que hace dos años ardieron 20.000 hectáreas en tan solo dos días en Galicia y que en la campaña de verano de 2006 hubo unas 100.000 hectáreas arrasadas.
En este sentido, considera que debería haber "una política más decidida de mejora de gestión del monte" por parte de las administraciones.
Por tal motivo, aboga por "sentar a los agricultores, a los ganaderos y a los forestales, y que trabajen con la administración, para dar la mejor solución a este problema de la gestión de tierras".
Pastoreo como solución
En Galicia hay unos 1,4 millones de hectáreas de monte arbolado, en una cifra que se eleva a unos 2 millones de hectáreas con matorral, según sus estimaciones, por lo cual Rosa Mosquera hace hincapié en el "elevado coste" que implica realizar desbroces mecanizados para la limpieza del monte, que solo puede hacerse en "una pequeña" superficie del territorio gallego.
Ante esta situación, la presidenta de la Federación Europea de Sistemas Agroforestales pone el foco sobre que hay sistemas en otros comunidades como Andalucía, en donde se promueve el pago a ganaderos para lleven a cabo acciones de pastoreo que funcionan como un "desbroce natural" en una limpieza del monte que sirve de prevención contra el fuego.
A este respecto, Rosa Mosquera defiende que el pastoreo es un "buen sistema de prevención porque se podría abordar mucha superficie". Además, Galicia cuenta con una "cabeza ganadera fantástica y se puede poner en valor el territorio" para "reducir la acumulación de biomasa y de riesgo de incendios".
"O nos ponemos las pilas y hacemos sistemas de prevención adecuados como pastoreo en el monte o tendremos que seguir costeando servicios de extinción de incendios, que a veces se ven desbordados", deja claro.
También resalta que los desbroces mecanizados "no se pueden emplear de forma extensiva", algo sí se podría abordar con el pastoreo, junto al hecho de los "animales además producirían renta" y beneficios para los productores.
En la actualidad, incide, existen medidas de apoyo por parte de la Unión Europea para promover el pastoreo en el monte y realizar tareas de prevención de incendios.
Finalmente, pone el foco sobre que "el problema también radica en qué tipos de árboles se plantan", puesto que en lugar de eucaliptos apuesta por "especies nobles", menos pirófilas y que "son perfectamente compatibles con el ganado", como es el caso de castaños, nogales y cerezos, que además "aumentan la rentabilidad" con sus frutos.