Unas 500 personas se han dado cita este sábado en la capital gallega para protestar contra el desalojo de un local okupa ubicado en el casco histórico a finales del pasado mes de mayo.
Dado que, como informó en días pasados el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, la marcha no había sido notificada, los agentes desplegados en la zona impidieron a los concentrados acceder a la zona vieja de Santiago.
Para ello, además de la advertencia verbal, líneas de antidisturbios totalmente equipados protegen las entradas desde Porta Faxeira o Porta da Mámoa. Asimismo, varios agentes han revisado las mochilas de algunos de los convocados.
Con todo, la Policía ha permitido la salida de la manifestación, que partió de la Alameda compostelana pasadas las 21:00 horas y siguió por la Rúa da Senra.
Tercera protesta
Con la de este sábado, se trata de la tercera protesta convocada por el colectivo okupa desde que el día 30 la Policía desalojase y tapiase un centro social autogestionado por orden judicial.
En esa misma jornada se celebró una movilización que concluyó con una detención y varias cargas policiales que incluyeron gases lacrimógenos y disparos de pelotas de goma. Le siguió otra marcha al día siguiente que finalizó sin incidentes.
Encierro en el Colegio Peleteiro
Un grupo de personas de las que integraban la manifestación contra el desalojo de un local okupa en Santiago se ha encerrado en las instalaciones de un céntrico colegio abandonado.
Al paso de la marcha por la calle República Argentina, apenas un centenar de personas ha conseguido abrir la verja y entrar en el antiguo colegio M. Peleteiro. Una vez dentro, ha cerrado el portón.
Esta manifestación, que según el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, no había sido notificada, es la tercera convocada por el colectivo okupa desde que el pasado 30 de mayo la Policía desalojase y tapiase un centro social autogestionado en el casco histórico compostelano por orden judicial.
En esta jornada ha reunido a unas 500 personas a las 21:00 horas en la Alameda, que han visto cómo líneas de antidisturbios les impedían acceder a la zona vieja de la capital gallega. Así es que la marcha ha salido y se ha dirigido por las calles de la zona nueva, donde en estos momentos se encuentra.