El narcotraficante cambadés Laureano Oubiña salió en la mañana de este lunes de la prisión madrileña de Navalcanero tras recibir el tercer grado. La Audiencia Nacional (AN) se lo concedió al tener en cuenta el trabajo social que realizará en un centro de acogida para extranjeros y toxicómanos. También valoró la antigüedad de los hechos por los que Oubiña fue condenado, su comportamiento en prisión, su edad, 71 años, y también razones de salud.
A su salida, y en declaraciones a los medios, el narcotraficante, que lleva en prisión 22 años, aseguró que prefería "ser director de una cárcel que de un hotel de 6 estrellas en la Castellana". Tras criticar a la dirección del penal, tuvo palabras de agradecimiento para su abogado y el sacerdote de la cárcel por su trabajo para conseguir su liberación.
Oubiña, que empezó una autobiografía y declaró hace poco que no se volvería "a meter en el tráfico de hachís", salió de prisión después de las 9:00 horas. Desde allí se dirigió al Centro de Inserción Social (CIS) de Alcalá de Henares (Madrid), donde vivirá en un régimen semiabierto, según han informado a Efe fuentes penitenciarias.
A su salida, Oubiña, que viajaba en un coche conducido por el capellán de la prisión, ha criticado a los responsables de la cárcel, que ha calificado de "gran negocio", y ha dicho que lo más inmediato es estar con su familia.
El juez de Vigilancia Penitencia de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, concedió el pasado 24 de febrero el tercer grado penitenciario a Laureano Oubiña, que ahora cumplía una pena de cuatro años y seis meses por blanqueo de dinero procedente del narcotráfico.