Una joven asesinada en Vigo y otra en Santiago, son las últimas víctimas de la violencia de género en Galicia. Ocho mujeres muertas en 2015 a manos de criminales. Ante esta lacra que no cesa hay que preguntarse qué le pasa a nuestra sociedad. ¿Acaso estamos ante una sociedad enferma, que solo escenifica el dolor cuando se producen estos hechos criminales?
La lucha contra la violencia que sufren aún muchas mujeres reclama un esfuerzo de toda la sociedad para involucrarse contra un fenómeno que debe ser erradicado totalmente cuando antes. Cuando se ha avanzado tanto en la consolidación de todo tipo de derechos parece inexplicable que no se haya conseguido, a través de medios educativos e incluso represivos cuando es necesario, un cambio radical que acabe con esta lacra.
Vivimos en un mundo hipócrita que solo se conmueve y solidariza cuando se producen hechos lamentables o una vez al año al celebrar el día internacional contra la violencia de género. Aunque así sea, ambos, son actos de repulsa que son totalmente necesarios, pero que deben tener continuidad a los largo del año con medidas realmente efectivas porque las estadísticas prueban que aún queda mucho por hacer y que los esfuerzos de las instituciones no han conseguido acabar con este drama.
La libertad precisa de seguridad, eso es innegable, y la sociedad no puede dar la espalada a quienes no tienen ni siquiera esa mínima garantía en su propia casa. La denuncia es el único camino. Y también la colaboración ciudadana para que ninguna mujer se sienta sola e impotente. Este fin de semana fueron tres las mujeres asesinadas -dos en Galicia y una en Cataluña-, que suman 43 este año.
Aunque las cifras muestran que la situación ha mejorado, no dejan de ser simples datos estadísticos cuando se refieren a actos criminales. Por eso, instituciones y sociedad deben persistir en el esfuerzo de acabar con esta lacra. Mejorar la detección precoz es una de las asignaturas pendientes; esa debe ser ahora la prioridad. La sociedad debe tomar conciencia de que puede hacer mucho más.