El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha advertido este martes de que la ejecución de la variante de Ourense "no puede ser una disculpa" para "mayores retrasos" en la llegada del AVE a Galicia, de modo que ha defendido que "hay que buscar una solución" provisional que permita salvar las demoras acumuladas en este tramo.
Preguntado al respecto por los periodistas al término de un acto en Santiago, el máximo mandatario autonómico ha dejado claro que "es una responsabilidad del Ministerio de Fomento ejecutar" esa variante, pero que los retrasos en su tramitación no pueden derivar en un nuevo aplazamiento de la conexión con la Meseta por alta velocidad.
En otras palabras, Feijóo trasladará en enero al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que el AVE debe entrar en tierras gallegas "en un plazo razonable" y con independencia de que no esté terminada esa conexión. "No podemos esperar a que finalice una variante, que habrá que hacer, para que el AVE esté funcionando", ha remachado.
Al hilo de ello, ha manifestado que "la mayor parte del AVE tiene que estar finalizada en el 2018" y que en su encuentro con el titular de Fomento abordará "los problemas" existentes en las obras -en dos viaductos y un túnel- y el "impacto" que tendrán en el plazo definitivo de conclusión del trazado.
Será a partir de ahí, como ha avanzado el jefe del Ejecutivo gallego, cuando, con los "datos oficiales" del ministerio en la mano, la Xunta se pronuncie sobre el ritmo de los trabajos y la previsión de finalización de la infraestructura. "Mantendré informada puntualmente a Galicia de cada una de las cuestiones", ha aseverado Feijóo.