La reacción del Ayuntamiento y Diputación de Ourense pero, sobre todo, la "amenaza" vela del presidente de la Xunta han hecho rectificar al Ministerio de Fomento sobre la construcción de la variante ourensana del AVE a Galicia. Pocas horas después de hacerse pública la reacción de Feijóo, el nuevo titular de Fomento, Íñigo de la Serna, daba las órdenes oportunas para su departamento "aclarara" la situación. Una situación que había provocado él mismo. El caso es que ahora la "disculpa" de Fomento es que "sus técnicos" habían planteado eliminar el último tramo del AVE a Galicia por Ourense porque "cuesta 600 millones" y "solo" permitía ahorrar cuatro minutos en la duración de los viajes hasta Madrid.
En menos de 12 horas ha contestado Fomento a las demandas de Feijóo. Demandas que el presidente del Ejecutivo gallego justificaba con lo pactado en su día con la anterior titular del departamento Ana Pastor, ahora presidenta del Congreso de los Diputados. Además, a raíz de ese acuerdo, el propio Feijóo se había comprometido en la Cámara gallega y ente la ciudadanía a que la llegada del AVE sería en el año 2018.
Así las cosas, el Ministerio de Fomento ha rectificado su postura y, en la tarde de este martes, anunciaba que construirá finalmente la llamada variante de Ourense de la línea de alta velocidad.
Apenas habían pasado 24 horas desde que el nuevo ministro, Íñigo de la Serna, había cuestionado la construcción de los 17 kilómetros entre Taboadela y Ourense para que Fomento emitiera un comunicado en el que reivindica su compromiso con el AVE gallego y su voluntad de construir la llamada variante de Ourense.
Entre el primer anuncio y la rectificación se produjeron las protestas de la Xunta, por medio de su presidente, Alberto Núñez Feijóo, y del Concello y Diputación de Ourense, que planteó una reacción conjunta de toda la ciudad para que el AVE se construya finalmente según la planificación y no se renuncie a ningún tramo.
"Fomento mantiene el compromiso de que la alta velocidad llegue a Ourense, tal y como estaba previsto, a través de la denominada variante exterior, que uniría Taboadela con Ourense, y que en estos momentos se encuentra en fase de estudio medioambiental", sostiene el ministerio en un comunicado.
Fomento, continúa, "quiere aclarar así las dudas que se habían suscitado en el marco de la reflexión de carácter general para buscar soluciones que permitan anticipar la llegada de la alta velocidad a las principales capitales españolas. En todo caso, la variante exterior de Ourense está contemplada dentro de los proyectos que este ministerio tiene previsto ejecutar".
El ministro, el pasado lunes en una entrevista a TVE, había cuestionado la oportunidad de construir la variante de Ourense, pues el tramo requiere una inversión de 600 millones de euros para ahorrar solo cuatro minutos en el trayecto. Además, dijo que de construirse, la alta velocidad ferroviaria no se acabaría hasta el año 2021 o 2022.
Lo que se hará es habilitar la vía actual entre Taboadela y Ourense para que pueda ser utilizada por los trenes de alta velocidad cuando el resto del corredor entre Galicia y Madrid entre en servicio. Será una solución provisional.