El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia acaba de rechazar el recurso de apelación que interpuso Rocío Gondar, condenada junto a Albertina Táboas por el asesinato en Poio de Secundino Prego Amil, contra la sentencia de la Audiencia de Pontevedra. Pese a este revés judicial, la joven sanxenxina aún tiene la opción de interponer un segundo recurso de casación frente al Supremo.
La decisión del TSXG confirma, en todo caso, los veinte años y medio impuestos a Rocío Gondar -aprecian una atenuante de confesión-, así como los veintidós a su compañera de banquillo. En ambos casos, se consideró la existencia de una agravante de precio.
No en vano, el jurado popular estimó que "Albertina planeó matar a Secundino para hacerse con su herencia después de que la hubiera nombrado heredera universal", mientras que a Rocío le ofreció «el pago de una cantidad de dinero para que le ayudara a matarlo». Ambas eran empleadas domésticas de este vecino de Poio, que tenía 84 años en el momento de su asesinato.
A sartenazos
Este suceso se produjo la noche del 2 de febrero del 2014 después de que la víctima hubiese pasado toda la tarde en la discoteca La Luna, una costumbre que mantenía todos los domingos. De este modo, la regresar a su casa de Chancelas, las acusadas lo atacaron "golpeándole repetidas veces en la cabeza con diversos objetos". Primero, con una sartén, cuyo mango se rompió, luego con el propio bastón de Secundino, que también quedó hecho trizas, y, ya por último, con una piedra. Los forenses contabilizaron más de dieciocho golpes.
Los golpes terminaron por causarle "múltiples fracturas craneales, que le produjeron la muerte". El tribunal popular incidió en que el crimen se produjo en una "zona oscura y solitaria", así como que la acometida de las acusadas fue "súbita e inesperada para Secundino". De este modo, concluyeron que, "en tales circunstancias y con las limitaciones propias de su edad, no tuvo ninguna posibilidad de defenderse del ataque de modo efectivo, aunque tratara de proteger la cabeza con las manos".
Posteriormente, y ya con la investigación de la Guardia Civil en marcha, tanto Albertina como Rocío trataron de desviar la atención sobre sus personas denunciando que se había producido un robo. No les sirvió de nada y ambas fueron detenidas después de que la última hubiese anunciado a través de su perfil de Facebook la compra de un billete de avión para volar a la República Dominicana, donde residía su por entonces pareja.