El PSOE gallego es un polvorín que puede estallar en cualquier momento. Y tiene muchos voluntarios para prender la mecha. La derrota en la votación del comité federal y posterior dimisión de Pedro Sánchez deja sin margen de maniobra a la gestora del PSdeG, que queda huérfana de apoyos en Ferraz y además totalmente vulnerable a las críticas de los sectores que en Galicia exigían responsabilidades -en forma de dimisiones- tras los malos resultados electores obtenidos en las autonómicas del 25-S. Pero no solo la gestora sale tocada, sino también las distintas agrupaciones que en las últimas horas salieron en tromba a reclamar el respaldo para Sánchez. Voces significativas como el alcalde de Vigo y presidente de la Federación Española de Municipio y Provincia (Femp), Abel Caballero, han solicitado públicamente "explicaciones" por los "pésimos" resultados de los comicios del 25-S y, también, han pedido la dimisión de la cúpula de la gestora en Galicia, encabezada por su presidenta, Pilar Cancela. De estas críticas tampoco se escapa el que fuera candidato socialista a la Xunta. Porque "culpan" a Xoaquín Fernández Leiceaga de participar en la "manipulación y cambiazo" en las listas de las provincias de Pontevedra y Ourense.
Un encontronazo de once horas que acabó con la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE, ha abierto la puerta a una tormentosa reconstrucción del Partido Socialista, que tendrá su etapa en Ferraz y también en Galicia. Los socialistas gallegos viven conducidos por una gestora desde otra dimisión sonada, la de José Ramón Gómez Besteiro, el secretario general del PSdeG ahogado políticamente por las imputaciones de la juez Pilar de Lara.
Los críticos con la dirección del partido, formada por afines a Besteiro que contaron con la bendición de Sánchez, han repetido con frecuencia que la gestora no representa al partido, han pedido que asuma responsabilidades por los malos resultados electorales y exigirán más pronto que tarde una renovación a la que ha abierto la puerta la crisis en Ferraz. Ni en Galicia ni en España se han guardado las armas.
La gestora del PSdeG fue nombrada por Ferraz, que también dio su respaldo a Leiceaga como candidato a la Xunta, y la dirección provisional gallega estaba, por tanto muy en deuda con Pedro Sánchez. Su mantenimiento en Galicia, acorazada ante las críticas, también se debía a que seguía contando con el beneplácito de Ferraz. Pero todo eso ha cambiado con la dimisión del secretario general del partido.
Ferraz y Galicia
Pero no solo la gestora y singularmente su presidenta, Pilar Cancela, estaban "a muerte" con Pedro Sanchez, sino que otras muchas agrupaciones locales y provinciales estaban con él. Como las secretarías provinciales de Coruña y Lugo, que incluso este domingo -en plena "refriega" en la sede socialista de Ferraz- hicieron público que el 70% de las ejecutivas locales en sus respectivas provincias estaban conforme con la senda marcada por Sánchez, de votar en contra de una eventual investidura de Rajoy como presidente del Gobierno, y convocar primarias y acto seguido un congreso extraordinario para elegir al nuevo secretario general.
También defendían esta línea las agrupaciones locales de las ciudades de Pontevedra, Ourense o Lugo. E igualmente Xuventudes Socialistas de Galicia.
Por contra, al margen de la tremenda división interna del PSOE que ha evidenciado la jornada de este domingo, las tesis gallegas que triunfaron fueron las de la secretaría provincial de Pontevedra, la agrupación local de Vigo -la más potente de Galicia- y las de Coruña y Ferrol, que apostaron por una gestora como la mejor vía para intentar reconducir un nuevo itinerario para el PSOE. Caballero fue de los más tenaces en lanzar reproches a la gestora y abogar por el relevo tanto en el PSdeG como en la secretaría general del partido.
La alianza entre la gestora gallega, encabezada por Pilar Cancela, y la dirección de Ferraz -que dio luz verde a los cambios en las listas electorales- acaba de saltar por los aires. Con el calendario de Pedro Sánchez, que incluía la celebración de primarias y congreso, Cancela había estimado que sería en enero o febrero del próximo año el turno del congreso en Galicia. Ahora, con la caída de Sánchez y pésimos resultados del 25-S, los críticos gallegos tratarán de tomar posiciones en la nueva dirección.