La demografía también ha jugado en estas elecciones autonómicas. Y la provincia de Lugo, por su regresión poblacional, ha perdido un diputado en beneficio de Coruña - bajó de 15 a 14 escaños-. Una circunstancia que encarece el voto. Además, el Lugo rural, envejecido y conservadora por tradición, no ha dado ningún sobresalto al PP, aunque la formación de la gaviota, pese a haber obtenido el 52,8% de los votos de la provincia, ha dado un tropiezo y se quedó sin un escaño respecto a la convocatoria electoral de 2012.
En la cita de este domingo, los populares lucenses se quedaron en 8 actas. Con más de la mitad de los votos conseguidos, la lista encabezada por Francisco Conde López, arropado por un plantel de conocidos veteranos como Raquel Arias, Jaime Castiñeira, José Manuel Balseiro, Susana López Abella y Daniel Varela, que volverán a sentarse en O Hórreo, se puso las pilas e hizo los deberes.
Los socialistas, con el exconcejal del concello lucense, Luis Álvarez Martínez, al frente de una lista que algunos calificaron "de circunstancias" ha mantenido el tipo, restando uno de los 4 escaños cosechados en 2012. El PSOE obtiene 3 diputados con un 19% de los voto, lo que supone una caída de 3,5 puntos porcentuales respecto a la anterior contienda electoral del 2012.
Por su parte, la coalición de En Marea, con Luis Villares Naveira a la cabeza, el candidato a presidente de la Xunta por esta formación populista, es la que se ha apuntado el triunfo virtual en Lugo en estos comicios, al lograr dos escaños.
Esta formación ha doblado el resultado sumado por AGE en 2012. Con algo más de 28.000 votos, En Marea suma ahora el 15,3% de los sufragios provinciales, que la sitúan como tercera fuerza política en la provincia.
En cuanto al BNG, al igual que sucedía en Ourense, era el caballo perdedor de la carrera en Lugo. Pero contra todos los pronósticos también ha salvado los muebles y sumado un escaño, manteniendo el resultado conseguido en 2012.