Alrededor de un 40% de los accidentes mortales que se producen en Galicia están relacionados con las distracciones. Y la distracción que más está afectando a la conducción es el teléfono móvil, especialmente por el uso d al volante. El año pasado solo en Galicia se detectaron más de ocho mil infracciones (cien mil en toda España) relacionadas con el uso del móvil mientras se conduce. Para la Dirección General de Tráfico (DGT) esos son argumentos suficientes para elevar la presión sobre los infractores con un nuevo sistema de control consistente en unas cámaras que graban la parte frontal de los vehículos para comprobar si el conductor está utilizando el móvil.
En Galicia ya se han instalado 32 de esas cámaras que están funcionando en pruebas, y por lo tanto sin sancionar. Fuentes de Tráfico no quisieron dar una fecha exacta de entrada en servicio de los nuevos dispositivos, aunque sí es seguro que estarán activos para captar las imágenes y denunciar las infracciones antes del verano. Según las mismas fuentes, son cuestiones técnicas y administrativas las que marcarán la puesta en marcha de las cámaras, por lo que es posible que vayan entrando en servicio de forma paulatina. Una de las cámaras está situada fuera de Galicia, en la N-VI en Villafranca del Bierzo, aunque afecta a los conductores gallegos en sus viajes a la Meseta.
Las cámaras no solo captarán las infracciones relacionadas con el teléfono móvil. También permitirán saber si el conductor o un ocupante de un vehículo llevan abrochado el cinturón de seguridad. Los responsables de Tráfico han comprobado en las pruebas que las imágenes son muy nítidas como para ver perfectamente si se está utilizando este dispositivo de seguridad. Las cámaras están ubicadas en carreteras convencionales. Solo hay dos que se encuentran en vías de alta capacidad, como son la autopista AP-9, en el ramal de Ferrol, y la autovía A-55. Fuentes de Tráfico indicaron que se trata de erradicar estas dos infracciones graves de la circulación, especialmente en las carreteras en las que su uso puede tener consecuencias más graves. Una distracción en un tramo con carriles sin separación o sin arcén puede llevar a un accidente grave.
Las imágenes captadas por estos dispositivos son enviadas de forma automática al centro de tratamiento de denuncias de León donde pasarán una primera revisión. Personal de este centro analizará las imágenes para comprobar si hay infracción y si el vehículo está identificado perfectamente en la fotografía.
El resto del proceso es similar al que se ejecuta con las multas de radares fijos, de manera que la notificación será enviada al titular del vehículo para que identifique al conductor en el momento de la infracción. La sanción por no usar el cinturón de seguridad o por usar el móvil mientras se conduce es la misma. En ambos casos, la infracción está considerada grave, y la multa es de 200 euros y la retirada de 3 puntos del carné.