Falsedad documental, contra la salud pública y contra la hacienda pública. Eso son los tres presuntos delitos, explicó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, por los que se sigue la causa contra cuatro miembros de la Cofradía de Pescadores de Barallobre, una investigación que se mantiene bajo secreto de sumario.
Este miércoles agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, Seprona, y representantes de la Agencia Tributaria irrumpieron en la sede de la cofradía fenesa a las diez de la mañana, en un registro que duró más de siete horas y se saldó con cuatro detenidos. Los agentes requisaron material de la sede del pósito y también registraron el ordenador personal de alguno de los apresados. Como resultado de este proceso fueron arrestados y pasaron la noche en el cuartel de la comisaría de la Guardia Civil coruñesa en Lonzas el patrón mayor de la entidad, Carlos Rey; el biólogo, Joam Luis Ferreiro; el secretario, David Pita, y el subastador, Pablo Barcia.
Su derecho a no declarar
Cerca de las once y media de la mañana de este jueves fueron puestos en libertad a la espera de declarar ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Ferrol, ya que habían pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 2, en funciones de guardia. "Se acogieron a su derecho a no declarar porque lo harán en su momento en el juzgado que corresponde", explicó el abogado Jorge Vázquez Vila tras salir de las dependencias los detenidos.
El letrado apuntó que, al estar la investigación bajo secreto de sumario, no sabrán más sobre el proceso hasta que la magistrada les comunique de forma pormenorizada los indicios, aunque precisó que, "lógicamente, entendemos que ilegalidad no se ha cometido ninguna por parte de ellos". Fuentes próximas al proceso apuntaron a que el Seprona investiga una posible actividad de marisqueo ilegal, alta toxina en los bivalvos y problemas con las guías que establece la Xunta para seguir el género.
Abrazos ante los juzgados
El apoyo fue unánime entre el centenar de compañeros y mariscadores que han ido acompañando a los acusados en todo este proceso, primero durante el largo registro de más de siete horas. Y este jueves optaron por no salir a faenar y se acercaron hasta las dependencias judiciales en la ciudad en señal de apoyo a los cuatro compañeros.
A la salida de los juzgados se vivieron momentos de gran emotividad con los abrazos, primero de la familia y después de los compañeros y amigos, y bajo una marea de aplausos y gritos de "¡Ole!" y “¡Ánimo!”.
Esta investigación ha caído por sorpresa no solo en la propia cofradía, sino entre el mismo sector. "Cremos hay un fondo político. En la ría de Ferrol las cofradías estaban denunciando los problemas y que es inviable. Esto es un escarmiento", denunció el coportavoz comarcal de la CIG, Xesús Anxo López Pintos. Se les acusa de delitos contra la salud, la hacienda pública y falsedad documental