El fiscal ha rebajado a casi la mitad la petición inicial de las penas solicitadas para los procesados en el macrojuicio del ‘Riptide’ que se ha desarrollado en la Sección Quinta de la Audiencia en Vigo. La confesión de Marcos Vigo, cabecilla del grupo, y la del resto de los tripulantes del barco apresado en el Atlántico con 3 toneladas de cocaína son la razón de la rebaja.
Así, de las peticiones iniciales de entre 17 y 21 años, la Fiscalía pasa ahora a solicitar unas penas de entre 5 y 14 años. La pena más alta corresponde al vecino de Marcos Vigo, Francisco Javier Suárez, con 13 años. Le siguen los supuestos cabecillas arousanos Carballa Magdalena, con 12 años. La misma pena se le solicita a Iglesias Cumplido.
A Viñas Morgade, además de la docena de años por tráfico de drogas se le añade 1 año por tenencia ilegal de armas.
Por otra parte, la condena más baja le corresponde a Rogelio Collazo, un trabajador de Marcos Vigo, al que se le acusa de complicidad y no de autoría. Él fue quien recibió y dio cobijo al notario venezolano del cartel de la droga. Los tripulantes indonesios del ‘Riptide’ que confesaron, afrontan 9 años y su expulsión de España cuando alcancen el tercer grado.