Poco antes de las nueve de la noche de este sábado, la explanada del Parrote coruñés se convirtió en un inesperado campo de batalla, para sorpresa de las decenas de viandantes que a esas horas circulaban por la zona. Un grupo de unos trescientos jóvenes, según los datos facilitados por fuentes policiales, se arremolinaron en la zona más próxima a María Pita. En el medio, dos jóvenes empezaron a sacudirse bofetadas sin que haya trascendido el motivo, al menos de forma contrastada. Según informa La Voz de Galicia, lejos de separar a los contendientes, otros grupos de menores empezaron a zarandearse entre sí, mientras desde la balaustrada varios testigos asistían atónitos al intercambio de golpes.
Uno de ellos dio aviso a la centralita de la Policía Local, que fue la primera en llegar al lugar de los hechos. Hasta cuatro coches patrulla, entre ellos el vehículo camuflado, y hasta una decena de agentes aparecieron en pocos minutos. Su presencia calmó los ánimos de los chicos, muchos de los cuales desaparecieron a la carrera apenas divisaron las luces de la Policía Local.
Los agentes establecieron un perímetro de seguridad e identificaron a varios de los menores, aunque no llegó a haber detenidos. "Es que son menores, pero muy menores de edad", le explicaba al citado diario uno de los agentes del 092 a los miembros de otras dos patrullas del Cuerpo Nacional de Policía que acudieron al lugar de los hechos para reforzar el dispositivo de seguridad.
Según las fuentes consultadas, los principales implicados en la reyerta juvenil tenían entre 12 y 14 años. "Y algunos de ellos no era la primera vez que se veían inmersos en una pelea de este tipo. Los conocemos de otros encuentros similares", reconoció uno de los policías que se desplazó al Parrote.
Sin embargo, tanto la Policía Nacional como la Local evitaron confirmar si el conflicto se había originado a través de una quedada por medio de las redes sociales, como ocurrió hace escasas semanas en la plaza de Maestro Mateo, donde tampoco se produjeron detenidos.
Sí confirmaron las fuentes policiales que alguno de los menores había consumido alcohol y por la zona se podía ver numerosas botellas vacías, ya que el buen tiempo aumentó la afluencia de jóvenes a la zona para practicar el botellón, según indicaron también algunos de los testigos de la pelea que aseguraron ser vecinos de la zona: "Esto va a ser el nuevo botellódromo como alguien no lo impida", se quejaron.