El magistrado Alfonso Guevara se ha visto obligado a intervenir en repetidas ocasiones durante el juicio que preside por las prejubilaciones millonarias concedidas a la excúpula de Novacaixagalicia, con diferentes llamadas de atención a las fiscales Anticorrupción o a los agentes judiciales y con palabras dirigidas a los acusados. "Exteriorice el estrés, que se está jugando no solo tres años -de cárcel-, sino su fama", ha dicho al exdirector general adjunto de Novacaixagalicia, Javier García de Paredes.
El presidente del tribunal ha visto cómo el juicio se retrasaba por las dificultades de localizar algunos archivos informáticos con diligencias que habían sido solicitadas por la defensa de los acusados. "Yo ya soy mayor, pero todavía lo entiendo, el CD tiene cositas dentro y hay que verlo", ha aseverado.
Tras ello, se ha quejado de las trabas que han puesto las últimas reformas legislativas en el trabajo diario de los magistrados. "Aquí ya no hay ni secretario ni agente judicial, los que modifican la Ley de Enjuiciamiento solo se han preocupado de cambiar el nombre. El presidente se va a tener que levantar hasta a llamar a los testigos. ¡Esa es la modernización de la Justicia!", ha exclamado.
Precisamente, uno de los aspectos que propone la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal, que atraviesa su tramitación parlamentaria, es el cambio de nombre de los secretarios judiciales, después de que el Gobierno diera marcha atrás a su intención de acometer cambios de calado en la norma, como dar la instrucción a los fiscales.
Corta los cuchicheos en la sala
El juez Guevara ha estado al quite para tratar de solucionar las deficiencias tecnológicas, mientras que aleccionaba a las fiscales sobre cómo debían formular sus preguntas o reprendía a los abogados que cuchicheaban en la sala de vistas. "Tengo muchos defectos, pero los comentarios los oigo", ha comentado con una sonrisa irónica a uno de los letrados.
"¡Exteriorice su estrés. Se está jugando no solo tres años, sino su fama!", ha avisado al exdirectivo de la entidad gallega Javier García de Paredes, que defendía en ese momento la legalidad su actuación al recibir la prejubilación. "Igual soy demasiado vehemente, lo siento señoría", ha respondido el imputado, que se enfrenta a una petición fiscal de tres años de cárcel.
"Pregunte hechos que atañen al acusado", ha dicho en otro momento a una de las fiscales, antes de calificar como "absolutamente impertinentes" una de las cuestiones que ha planteado sobre la relación laboral del expresidente Julio Fernández Gayoso con la entidad. "¿Cuál es la pirueta para introducirlo en la acusación?", ha preguntado el juez, que también ha lamentado que "haya dinero para gastar en otras cosas", pero no para agilizar la Justicia.