El Ejecutivo autonómico pretende evitar que se produzcan atascos en los peajes de las autopistas gallegas. Con la llegada del buen tiempo, el Gobierno que preside Alberto Núñez Feijóo quiere ser previsor. Por ello, y según una información que publica La Voz de Galicia, la consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Ethel Vázquez, ha remitido una carta al director general de Audasa, Andrés Muntaner Pedrosa, para advertirle de que la concesionaria debe estar preparada ante la más que factible posibilidad de que vuelvan a repetirse los atascos que el pasado verano complicaron la vuelta de las playas a miles de gallegos.
La carta, según el citado diario, es un "serio" aviso a Audasa. En concreto, en la misiva, la conselleira expone que una de las "principales preocupaciones" de la Xunta en relación con la autopista de pago de la Comunidad gallega "es la calidad del servicio que se presta y por lo tanto a los usuarios que pagan". Y asume la conselleira que tanto el Gobierno autonómico como "un importante número de ciudadanos" consideran que este servicio "no fue el apropiado cuando se registraron atascos en las zonas de peaje" al coincidir el buen tiempo con períodos vacacionales significativos, como es el caso del verano o las vacaciones que ahora disfrutan los gallegos.
Ethel Vázquez avisa a la dirección de la concesionaria que las bunas previsiones meteorológicas van a ser la constante durante el puente de Semana Santa, por lo que solicita a Audasa "que se habiliten todos los medios humanos y materiales necesarios para evitar acumulación de vehículos en las áreas de peaje de la AP-9".
La conselleira termina su carta -según recoge La Voz de Galicia- con un llamamiento a la empresa que gestiona la autopista del Atlántico: "Que tenga en consideración que, ante situaciones excepcionales (e incluso previsibles), se actúe con soluciones también excepcionales".
Estas medidas de carácter excepcional también fueron solicitadas por la conselleira en julio del año pasado, tras producirse los grandes atascos que colmaron la paciencia tanto de la Xunta como del Ministerio de Fomento. Ahora la consellería actúa de forma preventiva, preocupada por la posibilidad de que vuelvan a repetirse aquellas escenas de kilómetros de retenciones en los principales peajes de la autopista a la vuelta de las playas.
Depende de Fomento
Aunque las competencias sobre la AP-9 recaen en exclusiva en Fomento, la conselleira ya avisó de que no renuncia a adoptar una actitud vigilante para que se respete el derecho de los usuarios a un servicio cómodo y digno en el vial de pago. "Utilñizaremos las medidas que están en nuestras manos, que no son muchas ya que es un contrato entre Fomento y Audasa", dijo entonces.
También en aquel momento el Gobierno gallego mostró su disposición a reclamar el traspaso de las competencias sobre esta vía, al tiempo que urgía una rebaja en las tarifas. Incluso se hizo formalmente, al presentar una alegación al Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda elaborado por el equipo de Ana Pastor. Fue la propia ministra, amparándose en informes jurídicos de su ministerio, la que frenó en seco esta aspiración. La ley de carreteras, según este dictamen, justificaría que la AP-9 siguiera bajo tutela estatal, pues formaría parte de los principales itinerarios de tráfico internacional o que sirven de acceso a los principales pasos fronterizos. La Xunta, en cambio, no cree que la AP-9 sea un vial de conexión internacional en sentido estricto, pues no finaliza en la frontera con Portugal, sino en Tui.