El presidente de la Confederación Gallega de Empresarios (CEG), José Manuel Fernández Alvariño, ha defendido este martes la limpieza del proceso de elección del presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), y ha mostrado su confianza en que la fractura interna en la organización pontevedresa (tras las críticas de un grupo de asociaciones que han denunciado supuestas irregularidades en el proceso electoral) "no tendrá mucho más recorrido".
Fernández Alvariño ha afirmado que "hubo una votación, unas urnas y 'fair play'", y ha lamentado la imagen de "convulsión" que ofrece la CEP por el enfrentamiento interno. A ese respecto, ha advertido de que esa imagen afecta a todo el tejido empresarial de Galicia, y que incluso "la CEOE está preocupada", por lo que ha hecho un llamamiento a la "unidad empresarial".
Sobre la amenaza de las nueve asociaciones críticas, que dieron un ultimátum (que expira este martes) al presidente electo, Jorge Cebreiros, para que dimitiese y convocase elecciones, o acudirían a los tribunales, el presidente de la patronal gallega ha apuntado que "cada uno puede ir donde quiera, pero hubo una mesa de votación, incluso asistida por un notario".
"Más limpias (las elecciones) no creo que pudieran ser", ha sentenciado, y ha afirmado que espera "inteligencia" por ambas partes para cerrar el conflicto, dado que "ya hay un acta cerrada" sobre el resultado electoral.
Presiones
Fernández Alvariño también ha señalado que no percibió presiones políticas, como denunciaron los críticos, y que él se mantuvo "ajeno" al proceso, hasta su aparición "en el último segundo" en la sede de la CEP, cuando ya se conocía que Cebreiros se había impuesto, por solo tres votos, a Luis Novoa.
"Las urnas han dicho lo que han dicho. Hay un presidente, Jorge Cebreiros, con su Junta Directiva, y tiene que empezar a trabajar y confeccionar la CEP que todos queremos", ha insistido, al tiempo que ha añadido que "cada uno es responsable de lo que hace", en referencia a la posibilidad de que los opositores a Cebreiros pudieran crear una organización patronal paralela.