La empresa Urbaser, concesionaria del servicio de recogida de residuos en Lugo, ha confirmado que la pasada noche resultó calcinada la cabina de uno de sus camiones y que fueron quemados ocho contenedores en la ciudad de las Murallas, donde se cumple la jornada 44 de la huelga de basuras.
Fuentes de Urbaser han indicado que el camión de recogida de basura afectado estaba estacionado en el aparcamiento videovigilado que la concesionaria tiene en en municipio lucense de Vilalba. Resultó afectada la cabina del camión, que ha quedado inutilizado para varias semanas, según la estimación de la empresa.
Por su parte, la Guardia Civil ha confirmado que a las 4:25 horas recibieron la alerta de que había un camión de recogida de vidrio ardiendo en el polígono industrial de Vilalba, un fuego que quedó extinguido a las 5:30 horas. Según sus estimaciones, el incendio habría sido provocado y no descartan que esté vinculado a la huelga de basuras.
Además, durante la pasada noche resultaron quemados ocho contenedores, cuatro de ellos en la calle Rafael de Vega. Ante estos hechos, Urbaser ha lamentado que "se radicaliza" el conflicto de la basura en Lugo, por lo que ha reprobado estas actitudes e insiste en que "esta no es la vía para conseguir nada". Además, Urbaser deposita en el comité de huelga la responsabilidad de la situación actual, debido a su "bloqueo a la propuesta presentada por el mediador".
Brigadas de refuerzo
Los equipos de refuerzo para la recogida de basuras trabajan desde este martes en jornada diurna y no por la noche "por razones de seguridad", según expuso el portavoz de Urbaser, Benito García, quien ha indicado que la concesionaria tiene que recurrir a esta vía porque los trabajadores "se niegan a cumplir los servicios mínimos".
Tras trabajar durante toda la jornada del martes, las brigadas de refuerzo, formadas por personal ajeno a la contrata de Lugo, se mantendrán "de forma indefinida" y, según estimaciones de Urbaser, recogen una media de 65 toneladas cada día, entre los turnos de mañana y tarde.
A ello habría que sumar los desperdicios que recogen los servicios mínimos, que según estimaciones de la concesionaria, se sitúan entre las 16 y las 20 toneladas, aparte de lo que retira Tragsa.
Preocupa la situación sanitaria después de 44 días de huelga en el servicio de limpieza y recogida de basura en la ciudad ante el riesgo de proliferación de parásitos, insectos o roedores.