Las negociaciones entre Urbaser y el comité de empresa, con la mediación del Consello de Relacións Laborais, para suspender la huelga de basura que vive Lugo desde hace más de un mes han fracasado tras más de siete horas de "duras" negociaciones, según los sindicatos.
Durante la jornada de este jueves las posturas llegaron a aproximarse, pero finalmente en la jornada de la tarde las negociaciones se torcieron y finalmente se ha vuelto a romper el diálogo sin acuerdo. A las 13:00 horas se citaron por primera vez en el Gran Hotel y sobre las 20:00 horas se confirmó la falta de acuerdo entre ambas partes.
El conflicto se recrudeció en las primeras horas de la tarde, con la quema de dos contenedores de basura en los números 40-42 de la calle Montevideo, donde tuvieron que intervenir los bomberos de la ciudad, según informó el gabinete de la Policía Local del Ayuntamiento de Lugo.
Una de las condiciones inexcusables que pone la parte sindical pasa por que se anulen los 11 despedidos de todo el comité de empresa o de huelga, y se retiren los 66 apercibidos de sanción.
"Inmovilismo" sindical
Por su parte, la empresa ha lamentado el "inmovilismo" de los sindicatos en cuanto a la reclamación que realiza de una subida salarial que se traduciría en 600 euros más, al margen del IPC, incremento este último que aceptaría la empresa.
En cuanto a las sanciones de los empleados, Urbaser, según ha explicado un portavoz de la empresa, propuso negociar los expedientes abiertos por "incumplimientos" de los servicios mínimos, pero ha criticado que los sindicatos rechazan abordar esta cuestión.
Así, la empresa, que cifra en "700.000 euros" las pérdidas en lo que va de huelga -entre lo que ha dejado de ingresar, las multas del Ayuntamiento y la sanción de Inspección de Trabajo-, censura lo que denominan actitud de "chantaje" y que coloquen a la empresa en un "callejón sin salida" con "pretensiones fuera de lugar y del mercado de trabajo", y que, además, "distan" de las condiciones que tienen otros compañeros como los de Santiago.
La propuesta del mediador supone una subida del IPC desde este año hasta 2017 y consolidar la petición de incremento de 600 euros en 2017, con subidas de 100, 150, 200 euros cada año hasta llegar a la mencionada cifra. Supondría un incremento salarial del 2 por ciento dentro de tres años al margen del IPC.