La nueva obra del periodista Pedro J. Ramírez, 'La desventura de la libertad', reconstruye los "dramáticos cinco meses" de resistencia del último gobierno del Trienio Liberal en Sevilla y en Cádiz frente a la "traición" de los generales y el abandono de la diplomacia británica, que lo deja a su suerte mientras el monarca Fernando VII "conspira para destruir el orden constitucional".
Según ha explicado en rueda de prensa el autor, la idea surge a finales de 2011 cuando el librero Miguel Miranda ofreció a través de Internet documentos procedentes del archivo del exministro José María Calatrava durante el Trienio Liberal, entre ellos una carta de suicidio del general Sánchez Salvador.
A raíz del interés mostrado durante la negociación, el librero mencionó la adquisición de un archivo con documentos del exministro. Finalmente, se trataba de una caja que contenía cincuenta y ocho documentos "singulares" que incluía un manuscrito de 94 páginas de apuntes sobre los principales sucesos del último Ministerio Constitucional.
Ahí se encontraba el Manifiesto del 30 de septiembre de 1823 con la firma autógrafa de Fernando VII que prueba la "felonía" del monarca y que "les engaña" con su supuesto compromiso para no volver al régimen absolutista y "no perseguir a nadie" por sus ideas durante el trienio. Engaño que aplicó al día siguiente de su firma, cuando anula ese manifiesto, empieza a dictar penas de muerte y comienza la persecución que caracterizaría la llamada Década Ominosa.
Además, el archivo revelado contenía unas notas reservadas a modo de testimonio íntimo de Calatrava, en las que relataba diálogos con el rey y otros interlocutores a modo de reflejar su experiencia política.
Así "como un mandato desde el más allá", decidió emprender este relato del avance de los Cien Mil Hijos de San Luis para acabar con el régimen constitucional, en el que masones y comuneros lograron que el rey encargue formar gobierno a José María Calatrava, que considera "un patriota ejemplar" que a veces vota a la derecha y otras a la izquierda.
Galicia, "importante"
Uno de los escenarios "más importantes" de ese panorama bélico que se inicia cuando los Cien Mil Hijos de San Luis cruzan la frontera del Bidasoa en 1823, para intentar restablecer el absolutismo en España, se produce en Galicia.
Según ha detallado, en Galicia había una tradición de "defensa" del régimen constitucional desde la intentona de Juan Díaz Porlier en 1815, cuando proclama la constitución en Coruña y avanza a Santiago para tratar de sumar guarniciones. Allí, un grupo de suboficiales lo traicionan en Sigüeiro, lo hacen prisionero y lo envían a Coruña, donde pereció ahorcado.
En medio de los sucesos bélicos del avance de los defensores del absolutismo, en Galicia quedaba "un importante" resquicio liberal "muy vinculado a la burguesía urbana". A Vigo, había llegado la figura del general Wilson el 1 de mayo en 1823, un veterano de las guerras de comienzos del siglo XIX y que se dio cuenta de que en España "se iba a dirimir la batalla clave por la causa de la libertad".
Allí ve como el general Morillo, que estableció su base en Lugo, convoca una junta de autoridades que le instan a que deje de reconocer el gobierno de Cádiz y establezca Galicia una zona neutral, cuando en realidad "se pone de acuerdo" con el general Burke.
Su número dos, Quiroga, "decide resistir" junto con el general Wilson y se produce una batalla a las puertas de Coruña, reproducida e "inmortalizada" en un cuadro que se conserva en el museo nacional de Versalles, la llamada 'Batalla de los molinos de viento'.
Allí, donde Wilson y Quiroga instalaron su defensa, es donde la resistencia "se desmorona" y el periodista ha analizado que todo lo que sucede en Galicia tiene "repercusión" sobre la moral del Gobierno que resistía en Cádiz.