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Sus tierras ocupan un hermoso valle formado por una gran depresión geológica (la Depresión Meridiana Gallega) que cruza la franja occidental gallega, de norte a sur, desde Carballo a Tui.

Val do Dubra está dominado por dos líneas de montañas que se unen por el norte en el monte Castelo. Del remoto poblamiento de esta zona queda constancia con la llamativa Pedra do Home, en la parroquia de Portomouro, un conjunto de sarcófagos antropomorfos excavados en la roca cuyo origen es anterior al siglo VIII. Aquí se depositarían los cuerpos de los vigías del paso del Tambre, pues las tres tumbas se encuentran en un alto junto a ese río.

El principal monumento religioso es la iglesia de Santa María de Paramos, que se erigió hacia el s. XIII. Aproximadamente, hasta 1970 fue una joya la capilla de San Xoán Bautista, pues albergaba dos estatuas de niños cantores que el Mestre Mateo creó para el coro de la catedral de Santiago, adonde fueron devueltas.En sus alrededores brota el manantial de Augas Virxes, al que muchos atribuyen propiedades milagrosas.

Las fachadas de las iglesias principales de las parroquias de Coucieiro (espadaña redondeada con pequeñas balaustradas de piedra) y Rial (frontón semicircular partido por ventana) merecen un vistazo. La cascada del Rexedoiro resuena entre Coucieiro y San Román y a ella se llega desde el pueblo de Bembibre por la ruta de senderismo de As Carballeiras. Se trata de un trayecto circular que pasa por la mencionada capilla de San Xoán Bautista y los robledales que pueblan las hermosas orillas del río Dubra. Otro bosque imprescindible es el de Cernadas, con 300 hectáreas justo al lado del Tambre.

Las "Ribeiras do Dubra" han sido declaradas Espacio Natural de Interés Local (ENIL) dada su importancia ecológica y su particular belleza paisajística y natural. Es atravesada por la Vía Céltica, rumbo a Santiago de Compostela.